¿Dónde quedó la eternidad? No importaba el tiempo, los días pasaban a su lado, la vida caminaba frente a ambos y ellos parecían detenidos en ese momento. Todo parecía tan fácil, y un día así como si nada, la realidad los golpeó y uno de ellos tuvo que irse. Aziraphale y Crowley se juraron amor eterno, pero ¿y dónde quedó la eternidad? ¿Acaso los abandonó? ¿Los perdió en el camino? Ya no los acompañaba, eso era seguro. Continuaron el camino, solos, sin la compañía del otro. Y durante este tiempo perdidos, sólo una cosa rondaba su mente. Ojalá supieran lo mucho que significaban para el otro.