Dicen que a veces es mejor que alguien tenga sentimiento de ti a nada, hay personas que suelen usar la frase "No te olvidarás de mí, al menos me odiaras". El odio tal vez se quede como un simple pensamiento, pero una acción celosa suele salir muy mal. Jeon Jungkook es muy joven para entender la necesidad de una mujer en ser madre, la señora Jeon no puede tener más hijos, eso a Jungkook le hace feliz ¿Lo puedes visualizar? ¿Ser hijo único de una familia amorosa y adinerada? No compartir el amor de tus padres y mucho menos tus regalos. Jungkook amaba eso, pero todo se vendrá abajo cuando un día su madre decide ir a una subasta en busca de algo que llamo su atención y se convirtió en su esperanza. Park Jimin, un hermoso híbrido de oso polar. Al comienzo parecía algo divertido para Jungkook, pero bien dicen que el pasto es más verde del otro lado de la cerca. Ahora los regalos eran compartidos, el cariño y la atención también ¡Incluso los besos de "Buenas noches"! ¿Puedes creerlo? Claro que no. Jungkook estaba celoso, ya no solo era él. Ahora también estaba Jimin en su hogar y al crecer aquel sentimiento no fue mejorando, únicamente empeoró cargando a aquel joven de cabello oscuro de celos. Y los actos de celos no acaban bien, Jungkook lo aprendería de una mala manera sin pensar en consecuencias.
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