❣CAPÍTULO 22❣

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Cuando los dos hermanos bajaron del auto fueron recibidos por varios periodistas y es que era de esperarse, pues eran los presidentes de una de las empresas más importantes de Corea Del Sur, el rubio vestía un traje color azul oscuro y el pelinegro uno negro, el rubio miró con inseguridad a su hermano este le sonrío y tomó su mano. Uno de los periodistas se acercó al rubio.

-Joven JiMin, ¿Es verdad que usted no había venido a la empresa porque su hermano no lo permitía?- El rubio sintió fastidio, esta gente se metía en todo.

-No, yo no había venido por que no me sentía preparado para hacerlo- El rubio comenzó a caminar pues JungKook quien lo tomaba de la mano lo había jalado.

-Es verdad que usted había tenido pensamientos de suicidio- JiMin sentía su sangre hervir pero debía ser educado.

-Con todo respeto no creo que eso sea de su incumbencia- Los dos respiran con alivio al entrar a la compañía, los trabajadores miraban con curiosidad al pelirubio pues jamás lo habían visto por allí. Y así comenzaron los susurros entre ellos.

-Será el novio del Joven JungKook?

-El joven JungKook tiene novia.

-¿Será su hermano menor?

-Escuché que tenía un hermano menor pero no venía a la empresa por que estaba estudiando en Canadá.

-Seguramente regresó para el funeral de sus padres.

-Es tan hermoso.

-Si, tiene un rostro angélical, muy lindo.

El pelinegro ignoró los comentarios de los empleados y jaló a su hermano hasta la oficina principal.

-¿Puedo tener una oficina propia?- Preguntó JiMin cuando se adentraron a la oficina del pelinegro.

-Nop, esta será nuestra oficina, pues recuerda que somos los presidentes- El rubio suspiro y asintió.

El pelinegro le mostró unos archivos y le explicó como llenarlos y firmarlos, y luego lo dejó solo en la gran oficina pues JungKook tenía una reunión con unos empresarios Japoneses, el rubio se recargo en la silla.

-Ahs, ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué me beso?

"¿Qué no es obvio? El te ama"

-Valla hasta que por fin vuelves, creí que me habías dejado para siempre- Le rubio siguió firmando aquellos papeles.

"No quise molestarte, además muy bien te dije que no te iba a dejar hasta que alguien me reemplazara, y que estuvieses seguro con el, y veo que eso esta muy cerca"

-El jamás se va a fijar en mí- El rubio tomó un mechón de su cabello que le estorbaba y lo pasó tras su oreja.

"Entonces porqué te beso? ¿Crees que si no le gustases te iba a besar? Eres tan ingenuo niño"

-Si ujum, habló él experto en el amor, ni siquiera sabes como besar- El rubio sintió un dolor en su cabeza- ¡Ahg! Deja de pegarme.

"¡Imbécil!"!

Gritó su subconsciente provocando que al rubio le dolieran los oidos- ¡Maldito! Cierra la boca, después arreglamos esto.

El rubio de levantó tomando los archivos para guardarlos en un folder, luego el rubio escuchó un gruñido emitido por su estómago, en ese momento un señor de unos sesenta y cinco, entró con un plato de comida.

-Joven yo soy el asistente, mi nombre es Jung Lee, el Joven JungKook me pidió que le trajera su almuerzo- El señor dejó la bandeja sobre el escritorio.

-Muchas gracias- Le rubio hizo una pequeña reverencia.

-¿Puedo saber quien es?- El rubio sonrío no le vendría mal conversar un rato.

-Tome asiento- Le hombre obedeció- Yo soy Jeon JiMin, el hijo menor de los Jeon- Le señor sonrío en grande.

-¡Pequeño Minnie! Cuanto ha cambiado, lo recuerdo cuando tenía diez años, ¿Recuerda que jugábamos juntos?- Le rubio hizo memoria y sonrío dulcemente recordando de quien se trataba.

-¡Lo recuerdo! Yo le conté todo sobre mi vida hasta los más oscuros secretos- El señor asintió, ahora que su madre había fallecido el único que sabía de Hanni era el Señor Lee.

-Lo extrañé pequeño. Oh debo seguir trabajando, si usted gusta podemos salir a tomar un café en cuanto esté libre- Le rubio asintió, jamás me diría que no, el señor Lee era como su abuelo.

-Claro que sí, yo le avisaré cuando este libre- El señor se despidió con un abrazo y salió de la oficina dejando al rubio con una gran sonrisa, el Señor Jung Lee se había convertido en parte de su vida, el era como su abuelo, aún recordaba la primera vez que lo vio.

Flashbak

2010

Los señores Jeon habían decido llevar a su pequeño a la compañía pues querían que el conociera el lugar.

Los empleados estaban encantados con el adorable rubiecito de ojos azules claros, mejillitas regorditas, el cual no de despegaba de su madre.
Un señor señor alto y bastante sonriente se acercó a sus padres el pequeño lo miró con curiosidad pues le había agradado el señor.

-Lee puedes cuidar a mi hijo un momento?- El señor asintió, Tae Hee le sonrío y se alejó de él, el pequeño miró con inseguridad al señor.

-Tranquilo pequeño, no te haré daño, ¿Jugamos?- Le rubiecito sintió confianza y con una sonrisa tomó la mano del hombre.

Fin del Flashbak

Ese día se había divertido mucho, el señor Lee hacia unas muecas muy graciosas y sus chistes le hacían reír al punto de que su barrigita dolía.

-¿En qué tanto piensa mi príncipe azul?- JiMin dio un salto por la sorpresa, JungKook le miraba con una sonrisa.

¿Qué mierda?

¿Príncipe azul? Como si existieran.

-En nada conejo- El pelinegro frunció el entrecejo.

-Ya estas como tu noviecito, el gato ese- JungKook rodó los ojos con fastidio, pero el rubio se acercó a él y rodeo su cintura por atrás- JiMin no hagas esto- Susurró con debilidad el pelinegro.

-JungKook yo...- El pelinegro se dio vuelta y besó los labios de Jimin con fiereza, lo acorraló en la pared que estaba a su lado, el rubio soltó un pequeño gemido cuando JungKook mordió su labio inferior, un tiempo después se separaron por la falta de aire.

-Yo...- El pelinegro no pudo terminar la frase pues el móvil de JiMin comenzó a vibrar.

-¿Hola?, Aha Si dime YoonGi, sisi puedo, vale nos vemos- El rubio cortó la llamada- Debo irme, ya termine el papeleo.

-¿Vas a ver al gato?- JungKook trató de disimular su enojo apretando sus puños.

-Si, ¿Algún problema?- JungKook pensó en que podía decir pero no se le ocurrió nada.

-Nada- El rubio asintió pero antes de irse se acercó al pelinegro tomando su cuello.

-No preguntes ni digas nada- Sus labios se volvieron a unir, ninguno de los dos sabían porque lo hacían, solo sentían esa necesidad de probar los labios del otro, sentían esa adicción, pero como dice el dicho, "La adicción lleva a la perdición" el rubio se separó de los labios de JungKook y le sonrío para después salir de la oficina dejando al pelinegro con una erección.

-¡Maldita sea! ¡JiMin! ¡Maldito mocoso!.

Amores perdonen la tardanza.
Aquí tienen el capítulo.
Nos leemos luego.

♥︎𝑊𝐼𝑁𝑇𝐸𝑅 𝐵𝐸𝐴𝑅♥︎ [𝐴𝐷𝐴𝑃𝑇𝐴𝐶𝐼𝑂́𝑁]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora