Mi corazón latía con fuerza una vez más, tu mirada cruzo con la mía, mis oídos dejaron de funcionar, el tiempo se había paralizado, mientras mis piernas querían correr a ti, tomarte entre mis brazos, escapar de ahí y dejar todo atrás... pero tu no eras la misma que ame una vez, tus ojos no reflejaban aquella inocencia, tu sonrisa había desaparecido, mientras tenias el peso del mundo en tus hombros. Mi pobre ángel de ojos Alejandría, perdóname por no poder protegerte... por no poder amarte como lo mereces