Larry y Lawrie son dos robots que se asemejan mucho a los seres humanos y tienen la misión de mantener el orden en el parque llamado Starr Park. A pesar de su falta de experiencia en emociones, esta carencia desencadenará un cambio radical en sus vidas. Su existencia no se limita al trabajo, ya que descubrirán que hay algo más que una conexión fraternal entre ellos.