En su infancia, Kai, un joven reservado, se ve forzado a mudarse a un nuevo hogar tras una tragedia familiar. Allí conoce a Alex, un alma gemela que comparte un destino sombrío: la ausencia de un padre. Unidos por el dolor, ambos encuentran en su amistad un refugio que lentamente se transforma en un vínculo más profundo. Sin embargo, al llegar al último año de preparatoria, su relación, antes inquebrantable, empieza a desmoronarse bajo el peso de eventos inesperados. Lo que alguna vez fue un lazo irrompible se desvanece, dejando solo los recuerdos inmortalizados en las melancólicas pinturas de Kai.