En una perdida de sus tantas carreras, unos ojos vendrían a calmarlo, haciéndolo pensar únicamente en aquellas ventanas brillantes del alma, aunque, por desgracia, fue lo único que vió del que lo ayudó. Cuando se alejó de él supo que no los volvería a ver. Luego de años, una vez más, pudo contemplar esos ojos... Aquellos ojos con una pizca de verde. nota del autor: aviso que quizás hayan algunas fallas ortografícas, pido perdon estado de la obra: en proceso
7 parts