Dicen que las cosas pasan por algo, lo queramos o no, sea bueno o no. A veces, hacer hasta lo imposible no es suficiente, y otras, simplemente no necesitas hacer nada. Para Sergio, fue más bien lo último. Sin esperarlo ni buscarlo, su vida entera se derrumbó como un castillo de arena que las olas arrastran. Pero, al mismo tiempo, la nada que quedó le sirvió para comenzar a construir lo que sería el verdadero " por el resto de su vida".