Cartas desde la Tierra o Cartas de la Tierra es el testamento antirreligioso de Mark Twain. Fueron publicadas más de 50 años después de su muerte, debido a la férrea oposición de su hija Clara. Es un libro divertido, dinámico e irónico. Contiene las cartas que Satanás, desde su exilio en la tierra donde fue desterrado por Dios, escribe a sus amigos en el cielo Miguel y Gabriel. El libro plantea, en tono irónico, la cuestión de cómo puede el hombre creer en un dios absolutamente bondadoso y al mismo tiempo creerse hecho a su imagen y semejanza, mientras en la tierra se matan una y otra vez sin aprender de sus errores. El hombre es una rareza maravillosa. En las condiciones más favorables, es una especie de ángel del grado más bajo enchapado en níquel; en las peores, es indescriptible, inimaginable; y siempre, el hombre constituye un sarcasmo. Y sin embargo, con toda sinceridad, y halagándose, se llama a sí mismo "la obra más noble de Dios". Twain en este libro no niega la existencia de Dios, sin embargo, por deducción le atribuye características tan distintas a las que nos tienen acostumbrados a otorgarle, que resulta muy difícil llegar a imaginar al dios, no tan solo del cristianismo, sino también al dios en el que creen las religiones en general.