Separados desde muy pequeños. En sus pequeñas cabezas sólo pasaba la idea de que no era bueno estar juntos. Por eso sus padres los habían separado. Al cumplir 18 sus padres decidieron que era hora de que volvieran a estar juntos en casa y llevar la vida que debieron tener desde más jóvenes. Reacios a la convivencia, terminaron por aceptar. Recordaron poco a poco las travesuras que hacían cuando niños y les fascinó la idea de vivirlo de nuevo. Pero ellos ya no eran unos niños y sus travesuras tampoco eran infantiles. Por eso ya no las hacían en público ni dirigidas a alguien más, las hacían dentro de casa entre ellos mismos. * Créditos de la portada @Alondra mi bello ukesito