Enamorar a una Ravenclaw

IX: Lechuzas y buhos

—Skyskyskyyyskyskyy!

—Queeeee...— Susurra Sky echándome una mirada de odio desde debajo de sus sábanas. —Ya puede estar muriéndose alguien para que me despiertes a estas horas Abril...

—Skyyyyy!! Vengo de ver las estrellas en la Torre Ravenclaw con Nora..!

—Que vienes de qué?!? Madre mía, ya me imagino qué clase de estrellas habéis estado viendo...

—Skyyyyy!!— Digo dándole un cojinazo.

—Vale, vale, ya que me has despertado cuéntame...

Rueda fuera de su litera y en silencio bajamos juntas a la sala común, aunque Sky más bien aterriza después de caerse por las escaleras por empeñarse en ir envuelta en su manta. Una vez allí en los sofás le cuento cómo Pince me mandó subir a la Torre Ravenclaw por el pasadizo secreto, la conversación que tuve con Nora y los posteriores instantes de tensión a escasos centímetros la una de la otra...

—Un eLFo?!?!?? No tenía mejor momento para aparecer?!?!?

—Eso digo yo!! Un segundo más y estoy casi segura de que me habría lanzado...

—Bueno... Tú mucho dices ahora, pero luego tienes que pedirle un libro a Nora y se te olvida hasta en qué idioma hablas...

—Ya... Yo que siempre he sido tan directa y simple para estas cosas... Pero con ella me cuesta un montón y me tiemblan un poco las manos cada vez que tengo que decirle algo.

—Çe l'amour madame...— Dice Sky imitando penosamente el acento francés. —Bueno Romea, yo la conclusión que saco de todo esto es que quizá incluso le gustes ya un poquito a Nora... Pero lo más importante es que la entrada a una de las dos casas ya la tenemos despejada!! ...Si aún quieres acompañarme después de esta revelación...— Dice echándome una miradita triste desde debajo del gurruño de mantas.

—Claro Sky, empezamos juntas este plan, no te voy a dejar tirada. Además nada de esto cambia lo poco que sigo conociendo a Nora...

—Gracias Abrili... Te abrazaría pero no puedo sacar los brazos...

Me río contemplando cómo se estira desde dentro del tubo de mantas en el que sigue metida y luego subimos de nuevo por la escalera de caracol para irnos a dormir.

. . . . .

—Abril!— Me llama Charlie Weasley, el capitán de nuestro equipo de Quidditch. —Sky te está buscando por todas partes... armando un poco de jaleo.

—Ahhh gracias Charlie. Qué te ha pasado en la cara?— Tiene un moretón oscuro en la mandíbula.

—Ahhh nada, un thestral que se puso un poco nervioso el otro día mientras lo alimentaba con Hagrid...— Dice restándole importancia. —Solo era eso, hasta luego!

Y con eso se va hacia los pasillos y me deja pensando en qué será un thestral... Ya lo averiguaré en la biblioteca, si Pince me perdona algún día por lo de anoche... Pienso mientras recuerdo la cara de disgusto que me ha puesto hace apenas 10 minutos al entregarle los libros... Es una señora rencorosa.

Me dirijo pensativa hacia mis amigos, que están ya desayunando... En qué andará metida Sky ahora? Sólo son las 8:02 de la mañana...

—Con que una noche estelar..?— Dice Chris nada más sentarme, con una amplia sonrisa. —No sabía que estabais ya en la fase de colaros en salas comunes ajenas a medianoche... No perdéis el tiempo, eh?

—Sky nos ha contado la historia un poco por encima Abril, no se cómo no la has oído esta mañana desde el dormitorio de chicas... Se levantó con más energía que de costumbre y hasta se coló en nuestra habitación para contárnoslo, aunque no dio muchos detalles porque a mitad de la historia se acordó de que era un poco secreto y se fue...— Añade Hug conteniendo la risa.