Enamorar a una Ravenclaw

VI: Nora

—Más te vale prepararte, doña... No estás lista para presenciar los derrapes que voy a hacer hoy.— Me dice Sky en el desayuno mientras representa con dos tostadas cómo va a volar en clase de Hooch.

—Bueno, definitivamente la cama de Sky tiene que estar hechizada para darle por las mañanas estos chutes de energía...— Comento yo medio dormida.

—Ya... Quién se levanta con ganas de derrapes y de aire frío en la cara?— Dice Hug desviando un momento la atención de su libro.

—Pues anda que levantarse con ganas de leer Filosofía de la Transfiguración...

—Pues a mí lo único que me hace salir de la cama es el desayuno...— Admito yo mientras intento recuperar una de mis tostadas de Sky.

Hoy estoy feliz, porque a parte de que me encantan los jueves por la clase de técnicas complejas de vuelo, también me apasiona no tener pociones en todo el día. He de admitir que con la presencia de la chica ravenclaw se me hace más ameno últimamente, pero sigue suponiendo no tener que compartir una hora de mi día con Snape!

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Después de desayunar Sky, Matt y yo nos cubrimos con las capas más gruesas que tenemos y salimos a los campos de entrenamiento, que aún tienen escarcha del frío de la noche. Pero en seguida entramos en calor repasando técnicas de reflejos en el aire, esquivando objetos y haciendo movimientos rápidos.

Aunque ya estamos en 6° y no tenemos clases de vuelo como los de 1°, el curso pasado le pedimos a Dumbledore entre varios estudiantes tener una clase de Técnicas Complejas de Vuelo durante este curso como optativa, así que aquí estamos.

Antes de acabar la clase Hooch organiza uno de mis juegos favoritos: la caída libre. Que básicamente consiste en que una persona vuela hasta la altura más o menos de las torres de Hogwarts, y desde allí deja caer una bolita hueca de madera. Entonces otra persona que está en tierra debe subir volando hasta el compañero, y bajar en caída libre a tiempo de coger la bolita antes de que toque el suelo.

En esta prueba influyen la velocidad y los reflejos, porque Hooch nos cronometra y hace un ranking para que nos esforcemos más. Y además cuando hay viento hay que contar con las alteraciones de la trayectoria!

Obviamente es uno de los juegos con el que más entrenan a los seekers en el Quidditch también, y es súper entretenido tanto de ver como de hacer.

Así que después de lograr un buen tiempo y de animar a Sky y Matt, volvemos al interior del Castillo que está súper calentito.

Sky y yo nos quedamos juntas de camino a los invernaderos para la clase de herbología.

Sprout nos saluda al entrar, acompañada de una joven maga de capa elegante, pelo rojizo y ojos grandes y oscuros.

Sorprendentemente también nos encontramos con Hug y varias personas más que suelen tener herbología en otro horario diferente...

Pronto empieza la clase y la maga se presenta como una descendiente de Ollivander que ha venido hoy a Hogwarts para explicarnos el arte de la fabricación de varitas a estudiantes de varios cursos y clases.

Esto nos hace ilusión a todos, porque además de ser una clase especial y con más gente de lo normal, la maga explica todo con una pasión por su oficio que nos hace implicarnos un montón.

Además, al final de la clase acepta responder a algunas de nuestras preguntas sobre cómo es trabajar con Ollivander, y los viajes que ha hecho por el mundo para estudiar otras técnicas de fabricación de varitas.

Después Sprout nos deja tiempo para empezar el trabajo sobre las propiedades de nuestras varitas. Así que Sky y yo nos ponemos con Hug y dos Hufflepuffs con los que solemos hacer los trabajos, y nos pasamos el tiempo restante repasando las maderas de nuestras varitas y haciéndonos pruebas de afinidad entre nosotros.