El Descenso de un Héroe (Pausada)

Toga

Vemos una fábrica abandonada, esta tiene un olor a óxido, vigas derruidas, anaranjadas y caídas. Los muros parecen haber salido de un escenario de alguna guerra, y ratas y otras plagas salían por doquier. En el centro de dichas instalaciones había 4 personas: Un hombre joven con pelo celeste y una mano pálida-grisácea en su cara; uno con pelo negro y con bastantes cicatrices y piercings; una rubia con dos bolas en su cabello, el cual no estaba muy bien ordenado, ojos de miel y rasgados como los de un felino; también había un peliverde que estaba siendo cargado por el chico de pelo negro, tenía ambos brazos rotos, uno de ellos estaba de color rojo-morado, tenía pecas y presentaba algunos cortes en su otro brazo, estaba inconsciente.

El peli-celeste se veía frustrado por la chica, mientras que el sujeto con piercings se reía de la situación.

Shigaraki: ¿Sabes qué? Ya no te lo voy a explicar, a ver qué haces.

Shigaraki se fue caminando hacia una de las ventanas que tenía el cuarto en el que iban a poner al peliverde mientras se rascaba violentamente el cuello. Iba murmurando cosas sobre cómo llegó a esto.

Dabi por fin había dejado de reír y se volteó para ver a Toga.

Dabi: Como sea, yo iré a dejar al chico allá dentro.

Toga: Pero aun no entiendo que...

Dabi: Tu ve con Shigaraki, ambos sabemos que te lo volverá a explicar.

El villano de pelo negro siguió su camino y entró en la habitación en la que encerrarían al joven Midoriya. Lo sentó en la silla que habían puesto de antemano ahí, y lo encadenó. El villano se separó un poco para observar como lo había hecho.

El peliverde estaba en una silla de madera, la cuál de por sí se veía incómoda, habían encadenado su torso a el respaldo, sus brazos se encontraban cruzados y sujetados por más cadenas tras el respaldo de la silla y había colocado en los pies del chico unos grilletes que le había entregado el barman (decidió no preguntar de dónde venían esos grilletes).

Se quedó observando un poco más antes de decirse a sí mismo "hice un buen trabajo". Luego se decidió a salir, pero antes de eso volteó una última vez.

Dabi: Casi siento pena por ti, enano.

Habiendo dicho eso, salió y se dispuso a beber de una botella que había agarrado antes de irse. La agarró a escondidas para que Kurogiri no le dijese nada.

.

.

.

La chica se había asentado detrás de su líder. Ya habían pasado por lo menos 15 minutos desde que Dabi había salido. Volteó a ver a Shigaraki, el cuál seguía observando por la ventana y evitaba mirarla.

Toga tenía planeado iniciar una conversación, pero vio como Shigaraki empezó a sonreír y la volteó a ver. Ella aún no podía ver a la cara a Shigaraki cuando tenía esa expresión en su cara. Le provocaba escalofríos.

Shigaraki: Muy bien pequeña idiota, nuestra pequeña función ya va a comenzar. ¿Sabes lo que tienes que hacer?

Toga se le quedo mirando un momento, para enseguida mirar al cielo y poner su mano en su mentón como si estuviera pensando. Shigaraki le dirigió una mirada llena de confusión, a la vez que Toga volvía a poner una pose normal.

Toga: ¿Lo apuñalo hasta matarlo?

Shigaraki apretó sus puños mostrando su molestia. Toga se preguntaba cómo podía cambiar sus sentimientos tan rápidamente. ¿Acaso estaba hormonal?