💜𝔻𝕣𝕒𝕓𝕓𝕝𝕖𝕤 𝕐𝕖𝕠𝕟𝕘𝕪𝕦 & 𝕊𝕠𝕠𝕜𝕒𝕚💚

Wishes💓

💜 Ship: Sookai
💚 Fluff/ Fantasy
💜 2363 palabras

¿Por qué las cosas siempre tenían que ser tan injustas para él?

Esa era la pregunta que rodaba por la mente de Hueningkai desde aquella mañana y no era para menos.
Pues esa mañana antes de que se fuera a la universidad, los padres de Hueningkai le anunciaron que tendría que casarse con uno de los hijos del socio de su padre, para así "favorecer a la empresa".

Cosa que obviamente le desagradó de inmediato, pero aún si intentaba negarse, él sabía que sus padres no le harían caso. Y eso no era lo más injusto, ya que el castaño poseía el don de hacer realidad los deseos de las personas, pero aún así nunca podría hacer realidad sus propios deseos.
Éste pequeño hecho era lo que más molestaba al castaño, ¿no sería más simple para él desear una empresa estable para su padre? o incluso pedir una vida diferente, pero por más que lo intentó, por más que con todas sus fuerzas deseara un cambio para él, no obtuvo ningún resultado.

Su otra alternativa era buscar a alguien que también tuviera el don de conceder deseos, para así poder cambiar su horrible vida, pero hasta ahora no había tenido la suerte de encontrar a alguien así. El don de conceder deseos era algo que hasta ahora sólo él poseía, era su gran defecto.

Así que después de rendirse ante los horribles pensamientos que lo invadieron luego de llegar a casa, Hueningkai decidió salir de su habitación e ir a caminar para despejarse por un tiempo, tiempo en el que esperaba, su humor pudiera mejorar.

- Voy a salir- anunció Hueningkai entrando a la cocina, en donde se encontraba su madre.

- Está bien, ve con cuidado- aceptó.

Hueningkai simplemente asintió y salió de la cocina para posteriormente salir de la casa.
Luego de caminar por al menos unas horas, el castaño comenzó a sentir demasiado frío,  todo gracias a que estuvo muy distraído en sus pensamientos y olvidó colocarse una sudadera antes de salir, aún así planeaba seguir caminando claro, después de tomar un descanso en una pequeña banca del parque en el que ahora se encontraba, seguía enojado y ahora algo triste, no sería bueno regresar en ese estado a su casa.

- Toma- dijo un extraño, quien se había sentado al lado de Hueningkai.

- Gracias- respondió el castaño al recibir una sudadera de parte de aquel extraño- ¿Nos conocemos?

- No, simplemente te vi congelándote por el frío y pensé en ayudarte, me llamo Soobin- se presentó mientras extendía su mano y le mostraba una sonrisa al contrario.

- Me llamo Hueningkai- dijo mientras se colocaba la sudadera.

- Nunca te había visto por aquí- indicó Soobin.

- Eso es porque no vivo tan cerca de este parque- respondió el castaño bajando la vista hacia sus manos.

- Entonces... ¿qué haces aquí solo?- preguntó el peliazul realmente preocupado.

- Tuve una pelea con mis padres.

- ¿Puedo saber el por qué de esa pelea?- preguntó Soobin, pero al ver a Hueningkai casi comenzar a llorar, de inmediato agregó- sólo si quieres decirme, entenderé si no, después de todo no nos conocemos.

- No, está bien, tampoco tengo a alguien más con quien hablar -hizo una pausa-  la razón es que mis padres quieren comprometerme con un desconocido y así darle beneficios a su empresa, aunque intente hablar con ellos sé que no me van a escuchar y por ello ya no sé qué hacer- respondió Hueningkai, mientras las lágrimas comenzaban a salir y recorrían su rostro.

Soobin se acercó dudosamente hasta lograr abrazar al menor- No pienses en eso ahora, puede que tus padres no te escuchen pero yo sí, podemos quedarnos aquí y hablar todo lo que quieras, encontraremos una solución- intentó animar el peliazul.