The... pink thread?💕

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💚 Ship: Beomjun / Yeongyu

💛 Fluff/ Soulmates

💚 1363 palabras

Beomgyu era alguien a quien le encantaba la idea de tener un alma gemela, desde pequeño su madre le decía que, si era alguien afortunado, lograría encontrar a una persona que lo complementase a la perfección, alguien que, por medio de un hilo rojo, estaría  atado a él y que no importaba si se alejaba de esa persona, porque al final ese hilo mágico podía enredarse pero jamás podría romperse.

Y siendo sinceros para Beomgyu tener  19 años y no haber tenido ni una sola relación amorosa, lo hacía pensar que había algo malo en él, porque cómo era posible que incluso sus amigos Hueningkai y Taehyun (quienes eran menores que él), hubieran encontrado a su alma gemela y él aún ni siquiera había tenido un novio, para Beom, eso sólo podría significar algo malo. Sus amigos le habían contado que la sensación que sentiría al conocer a su alma gemela, no se podría describir con palabras pero que sería lo más mágico que podría sucederle alguna vez y que sería justo cuando menos lo esperara.

Ese día Beomgyu tuvo que despedirse de sus amigos e ir a la biblioteca para así, poder estudiar para el examen que tendría a la semana siguiente. Al llegar a la biblioteca, escogió una mesa completamente apartada de las demás (ya que según él así podía concentrarse mejor), justo cuando estaba por abrir su libro de matemáticas, escuchó un golpe en su mesa.

- Lo siento- le había dicho Yeonjun,  él iba sólo un curso más superior al suyo pero aún así nunca se habían llevado del todo bien.

Yeonjun era muy popular entre las chicas (e incluso algunos chicos) así que sólo por eso sabía su nombre, el chico nunca le había hecho algo malo pero, Beomgyu reconocía que él no era sociable y mucho menos, amable con nadie a menos que fueran sus amigos, con ellos era bastante alegre y siempre intentaba ayudarlos si es que lo necesitaban.

- Ajá-  dijo Beom, intentando ser lo más cortante posible.

- ¿Qué estás estudiando?- dijo Yeonjun, mientras se inclinaba para intentar ver de qué trataba el libro que tenía Beomgyu.

- Escucha- dijo mientras cerraba el libro- si vine a la biblioteca es porque quiero estudiar sin interrupciones así que te pido que me dejes de hablar, no necesito que una persona tan ruidosa e hiperactiva como tú venga a hablarme.

- Lo siento - Yeonjun lucía un semblante decaído- yo sólo quería conversar un poco contigo.

Beomgyu estaba preparado para responder a lo que Yeonjun había dicho pero, al voltear y ver que al parecer el peliazul estaba intentando ocultar sus ganas de comenzar a llorar, sintió un pequeño dolor en su dedo meñique y una tristeza invadirlo, así que en un impulso  por querer volver a ver la alegría habitual del peliazul, lo atrajo hacia él para poder darle un abrazo, acción que Yeonjun correspondió de inmediato.

- Lo siento- dijo Beomgyu aún sin romper el abrazo.

- No te preocupes, ni siquiera fuiste tan grosero, es sólo que yo suelo ser una persona bastante sensible - tras de decir eso, Yeonjun se separó de el abrazo para poder ver el rostro de Beom y regalarle una media sonrisa.

Sonrisa que, sorpresivamente, hizo que el corazón de Beomgyu se acelerara y que comenzara a sentirse nervioso. 

- Igual no debí tratarte de esa forma, lo siento- ¿Desde cuando él se disculpaba por decirle ese tipo de cosas a alguien? eso no era normal en él, ni siquiera a sus amigos solía abrazarlos. Esos pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar a Yeonjun llamándole.

- Estás perdonado - le sonrió como si fuera un niño pequeño.

 Eres muy lindo, además de tierno, pensó Beomgyu.

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Luego de ese encuentro en la biblioteca, Beomgyu y Yeonjun se volvieron bastante cercanos, Beomgyu incluyó a Yeonjun en su grupo de amigos (con los cuales el peliazul se llevo bastante bien), Yeonjun invitaba a Beom a salir los fines de semana y Yeonjun acompañaba a Beomgyu a su casa al salir de el colegio.

En tan solo unos pocos meses ya se conocían a la perfección, y tenían una química muy buena, a Beomgyu estos detalles no se le pasaron por alto y comenzó a creer que Yeonjun era su alma gemela, pero según las historias que le había contado su madre, las almas gemelas son capaces de ver el hilo rojo atado a sus meñiques y él no podía ver aquel hilo, cosa que lo decepcionaba un poco, pues él comenzaba a tener otro tipo de sentimiento hacia su amigo y tenía la esperanza de que él fuera la persona que lo acompañaría por el resto de su vida.

Como ya era costumbre, Yeonjun acompañaba a Beomgyu en el camino hacia su casa, iban en un silencio cómodo ya que ninguno tenía nada de qué hablar, hasta que Beomgyu pensó que era momento de decirle a Yeonjun cómo se estaba sintiendo con respecto  su amistad.

- Yeonjunie hyung-  llamo Beomgyu, intentando no sonar nervioso.

-  ¿Qué pasa, Beom? 

- Cuando lleguemos a mi casa, ¿Podrías quedarte un momento?, hay algo que tengo que decirte.

-  Sabes que para ti tengo todo el tiempo de el mundo- contestó Yeonjun con una de sus infantiles sonrisas.

Al llegar a su casa, Beom se comenzó a poner nervioso intentando evitar lo que inicialmente quería decirle a Yeonjun, y eso funcionó, al menos hasta que comenzó a atardecer y Yeonjun le dijo que ya debía regresar a su casa.

- Espera, aún debo decirte lo que debía decirte desde que llegamos.

Yeonjun vio a Beomgyu muy nervioso así que comenzó a acariciar su rostro para intentar calmarlo, sin notar que eso lo estaba poniendo aún más nervioso.

- ¿Qué quieres decirme?

- Tú me gustas - dijo Beomgyu mientras sostenía las manos de Yeonjun, las cuales aún seguían en su rostro.

- Yeonjun lo miró muy sorprendido- Tú también me gustas, desde hace bastante tiempo, pero no te decía nada porque sé lo importante que es para ti el tema de encontrar a tu alma gemela y, a juzgar por el hecho de que nosotros no podemos ver ningún hilo conectado a nuestros meñiques cuando estamos juntos, sé que no soy tu alma gemela - dijo Yeonjun mostrando una media sonrisa.

- Eso no importa - dijo Beomgyu, aún sin soltar las manos de Yeonjun- yo igual quiero que intentemos estar juntos, aún si no estamos destinados a estarlo.

Luego de que Beomgyu dijera eso, Yeonjun lo acercó a él para darle un beso lento en los labios, intentando transmitirle tranquilidad y amor. Al separarse, los dos sintieron in leve dolor en sus dedos meñiques que los hizo separarse para poder ver sus manos, se sorprendieron demasiado al darse cuenta de que un hilo (a simple vista frágil) colgaba de sus dedos meñiques, ese hilo que los conectaba a los dos, el cual era un poco rosado y no del todo rojo.

Beomgyu comenzó a llorar y se abalanzó a los brazos de Yeonjun, dándole un abrazo que casi hace que pierda el equilibrio, luego de recuperarse de la sorpresa, Yeonjun le devolvió el abrazo.

- Estoy feliz de que tú seas mi alma gemela- dijo Beomgyu ya un poco más calmado pero sin dejar de abrazar a Yeonjun.

- Yo también- dijo Yeonjun para luego darle otro beso a Beomgyu.

Sus amigos tenían razón al decirle que no debía preocuparse, al final no todo debía ser tan perfecto como él lo quería en un principio, su madre le había contado historias un poco irreales y demasiado perfectas. Beomgyu sentía que su amor por Yeonjun  era especial y no por eso era necesariamente perfecto, el hilo rosado que los unía lo demostraba.


💜𝔻𝕣𝕒𝕓𝕓𝕝𝕖𝕤 𝕐𝕖𝕠𝕟𝕘𝕪𝕦 & 𝕊𝕠𝕠𝕜𝕒𝕚💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora