💜𝔻𝕣𝕒𝕓𝕓𝕝𝕖𝕤 𝕐𝕖𝕠𝕟𝕘𝕪𝕦 & 𝕊𝕠𝕠𝕜𝕒𝕚💚

It's...you? ❣✨

💛 Ship: Sookai

💙 Fluff

💛1942 palabras

Era la séptima vez en la semana que la madre de Hueningkai le arreglaba citas a ciegas con las hijas de sus amigas, pues según ella ya era hora de que su hijo tuviera una pareja. Ésto al principio no fue algo que molestara o incomodara a Hueningkai, pues de todas formas le servía de distracción y la mayor parte del tiempo las chicas que eran sus citas llegaban a agradarle, entonces, ¿Por qué ni siquiera las consideraba como opción para ser su pareja y así poder darle esa satisfacción a su madre? pues él tampoco lo sabía. Nunca se había detenido a pensar mucho el por qué de que ninguna chica le gustara lo suficiente, sí eran lindas, pero sólo eso, así que prefirió sólo hacerle caso a su madre y evitarse una pelea sin sentido.

Pero a sus dieciocho años de edad, mentiría si dijera que no comenzaba a preocuparle el hecho de nunca haberse enamorado de alguien e incluso lo hacía sentir un poco triste, a pesar de ésto, él quería mantenerse a sí mismo con pensamientos positivos al respecto (aunque casi siempre fallaba). Luego de un par de minutos, por fin llegó al parque en donde según su madre lo estaría esperando su cita, cosa que al parecer fue cierta, porque al llegar logró divisar a una chica que lucía bastante nerviosa y parecía estar buscando a alguien, así que guiado por aquello, Hueningkai se dirigió a pasos calmados y con una sonrisa hacia la chica.

- Hola, ¿tú eres Huengkai, verdad?

- Así es - respondió el pelinegro sin borrar su sonrisa- ¿podrías decirme tu nombre?

- Oh claro, me llamo Ailee - dijo la chica mientras mostraba una sonrisa que a Hueningkai le pareció bastante tierna.

Luego de aquella presentación, ambos comenzaron a caminar en un incómodo silencio al principio, pero con el paso del tiempo aquel silencio desapareció y comenzaron a hablar animadamente de cosas triviales, como si fueran buenos amigos.

- Ya se hizo algo tarde - dijo Hueningkai luego de un par de horas desde que habían llegado a aquel lugar- ¿Quieres que te acompañe a casa?

- Claro, es bastante cerca así que llegaremos rápido.

Ailee tenía razón, pues luego de unos cinco minutos llegaron, Hueningkai sólo se despidió de la chica con un abrazo y se fue de regreso a su hogar.

Para Hueningkai fueron divertidas las horas que pasó junto a Aileen, ella era una chica muy linda y agradable. Pero aunque él se había intentado forzar a verla como algo más que como una amiga, no lo logró y ahora en verdad comenzaba a pensar que había algo muy malo en él, luego vino el pensamiento de qué le diría a su madre. Ella siempre insistía en que debía encontrar a una linda chica para que fuera su pareja, su madre era una persona que siempre se dejaba llevar por lo económico y la apariencia física. Cosa que no le agradaba para nada a Hueningkai.

Cuando llegó a su hogar intentó ser lo más sigiloso posible para lograr llegar a su habitación sin que su madre se diera cuenta y comenzara uno de sus largos interrogatorios que podían durar horas, pero falló al llegar y dejar caer las llaves por accidente.

- ¿Llegas tan pronto?

Al escuchar la voz de su madre, Hueningkai comenzó a darse la vuelta para dejar de darle la espalda y así enfrentarla, pues era su única opción- Sí, Ailee me dijo que se tenía que ir porque tenía algo importante que hacer.

- ¿Y qué tal les fue? - dijo su madre con una mirada llena de entusiasmo que puso aún más nervioso al pelinegro.

- Bien, fue divertido pasar el tiempo con ella - Pero nada más, pensó.