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—Supongo que yo también te gusto, ¿no es así? —preguntó Soobin emocionado, Yeonjun tenía las mejillas muy rojas y sólo pudo responder con un leve asentimiento.

El pelinegro quería atacarlo con más preguntas, pero se contuvo para no presionar a Yeonjun.

—¿Y ahora qué más? —preguntó Yeonjun muy bajito, el otro sólo rio, tomó su mano sobre la mesa y entrelazo sus dedos, respondió mirándolo fijamente a los ojos— Hay que besarnos.

—¡Yah! Soobin, estoy hablando en serio —le dió un manotazo muy débil. Estaba muriendo de nervios, sentía todo su cuerpo sudar y creía que su corazón latía tan fuerte que se escuchaba en todo el lugar.

—Por ahora, te acompañaré a tu dormitorio y vas a descansar bien para nuestra cita de mañana.

—¿C-cita?

—Claro, ¿algún lugar en mente? —se levantó, y el contrario hizo lo mismo. Salieron del local con destino hacia los dormitorios.

—No, no realmente —respondió Yeonjun con una media sonrisa.

—No luces muy emocionado —mencionó Soobin mientras apretaba el hombro de su acompañante— si estás incómodo de ir a una cita, sólo dilo.

—Ah, no es eso, sólo estoy nervioso— le vió directo a los ojos— y creo que el lugar no importa si estoy contigo —para finalizar, le dedicó una sonrisa tímida.

—Oh, Yeonjunnie, haces que mi corazón se derrita con tus cálidas palabras —dijo el alto tocando su propio pecho, a la altura de su corazón. Causando que Yeonjun se pusiera rojo hasta las orejas.

—Mejor ser cursi que tener que pasar otro malentendido de que no te quiero.

—¡Whoa! ¿Me quieres? —Soobin actuó como si estuviera por desmayarse— deja el romance para mañana.

—Y-yo ¡no te quiero! Bueno sí, pero casi nada ¿Está bien?

—Está bien, lo siento por bromear con eso, pero es que eres muy gracioso cuándo te avergüenzas.

Al menos no me dijo que me veo tierno o lindo, pensó Yeonjun.

Ahora se encontraban frente a su habitación, se quedaron en un silencio incómodo por unos segundos y sorpresivamente fue Yeonjun quien los rompió— ¿Me podrías...dar tu número? —dijo mientras le tendía el celular a Soobin, quién agregó su contacto en seguida.

Le devolvió el aparato provocando que sus dedos rozaran y que sintieran electricidad al momento. Yeonjun fue el primero en separar las manos.

—Adiós, nos vemos mañana.

El peliazul esperaba un "adiós", una sonrisa o hasta un beso en la mejilla, algo dentro de lo normal.

Sin embargo, al ser Soobin no podía quedar en un simple "adiós", así que sin ninguna vergüenza le robó otro beso a Yeonjun, lo tomó por la nuca y le besó profundamente.

Al separarse sus labios hicieron un chasquido, ambos tenían la respiración acelerada. Soobin sonrió triunfante y le guiño un ojo mientras decía "Buen beso, hasta mañana".

Vió cómo aquel muchacho de hoyuelos, sonrisa y proporciones perfectas se alejaba. Con sus ojos cerrados de la emoción entró a su habitación, cerró la puerta (la cual no se había dado cuenta que estaba abierta) y pegó su espalda en ella mientras dejaba salir todo en aire retenido en sus pulmones.

—¿Es esto real? —murmuró Yeonjun mientras pellizcaba sus mejillas.

—Claro que fue real, vimos y escuchamos todo.

SKULD || Soojun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora