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Lágrimas recorrieron las mejillas de Yeonjun, tenía varias cosas por las que lloraba, primero era que se había encariñado con sus compañeros de trabajo, segundo se sentía mal por su jefa ya que no quería que le fuera mal,  tercero y más importante, no sabrá si es que volverá ver a  Soobin. Realmente lloraba más por la última, se sentía un idiota, no aprovechó su oportunidad y se sentía tan arrepentido.

—Mi niño, no llores. No te despido por algo personal, sino que solo dejé a los meseros que tienen más experiencia. Eres un trabajador excepcional, nunca dudes de eso —dijo tratando de parar sus lágrimas.  Yeonjun no le diría que es porque se arrepiente de no haber logrado vencer su timidez y hablar con Soobin.

—Yo me siento triste porque no quiero que le vaya mal en su trabajo, y no quiero que toda ésta gente se quede sin trabajo, por eso estoy llorando. Son muy sentimental, lo siento mucho —dijo, y aunque esas no fueran las razones de sus lágrimas, si era algo que él sentía de manera genuina, sus compañeros de trabajo podían quedar desempleados y tendrían más dificultades pues ellos tenían familias que mantener y deudas que pagar.

—Eres un ser tan amable, sé que a veces puedes llegar a ser tímido con los desconocidos, pero créeme que tu alma irradia energía que hace que los demás se quieran acercar a ti, así que nunca te preocupes por qué nunca vas a estar solo. Te deseo mucho éxito y que cumplas tu sueño de la universidad —dijo su jefa y él no podía estar más agradecido por sus palabras. 

Con el corazón cálido salió del lugar e inmediatamente fue a hacer sus solicitudes de empleo a los lugares dónde había sido recomendado. Después tomó un autobús que lo dejaría cerca de casa, se puso sus audífonos y empezó a concentrarse en la melodía. El artista que cantaba tenía una voz tan particular que le fascinaba, también le gustaba esa aura misteriosa que tenía al nunca mostrar su cara al público, pero a Yeonjun no le parecía importante, V era su cantante favorito por su voz y no por su físico. ¹

Estaba dos paradas cerca de su casa y decidió mandarle mensaje al chico de cabello azul que le coqueteó el otro día. Mientras se levantaba para bajar del autobús tomó su celular y optó por textear un simple un 'hola', dejaría las cosas al destino, si el chico era lindo le podría dar una oportunidad. Cuándo guardaba su celular sintió una energía que ya había sentido antes, alzó la vista sus ojos se encontraron con los de Soobin, éste se encontraba sonriendo y subiéndose al bus. Mierda. No. Yeonjun estaba bajando en ese mismo momento, y su timidez impidió que regresara para hablarle. Sólo pudo ver cómo el pelinegro lo miraba a través de la ventanilla mientras le mandaba un beso y tomaba su lugar, para luego volver su vista hacia delante.

《Mierda, la he cagado otra vez 》sí, a Yeonjun le gustaba maldecir con esa palabra, era la que más decía y pensaba que probablemente sería absorbido por la Calabaza de Carmesí (Benihisago) ² en cuanto dijera mierda. Se había quedado parado cómo un tonto sobre la acera viendo cómo el amor de su vida iba alejándose otra vez. Tal vez exageraba con lo de amor de su vida, pero bueno, era la primera vez qué le gustaba alguien a primera vista. Aunque Yeonjun no considera que haya sido por la vista, cuándo estuvo frente a Soobin en esa cafetería sintió una energía que lo obligó a ver al chico, y en el autobús sintió lo mismo.

Frustrado tomó sus audífonos y reprodujo música de V, en está situación dónde se sentía nervioso era lo que más le relajaba. Sintió pequeñas gotas impactar sobre su rostro, sin embargo también disfrutó de ellas. Pero la lluvia no cesó, en cambio aumento su intensidad pero al castaño tampoco le importó, pues ésta cubría sus lágrimas. Muchos podrían pensar que es tonto llorar por una cosa así, pero Yeon ya estaba harto de no poder moverse debido a la vergüenza, no se había dado cuenta de que era un problema real hasta que no pudo acercarse a Soobin. Y es que nunca antes había tenido la iniciativa para querer hablar con alguien con esa intensidad, durante el último año había hecho amigos porque los demás se acercaban todos alegres y sonrientes para conversar con él.  Pero ahora era diferente, Soobin no se acercaba, y Yeonjun no podía acercarse. 

Tenía miedo de contarle a su mamá sobre toda la situación, pues no sabía cómo reaccionaría si le dijera que le gusta un hombre. Es un detalle mínimo, ¿no? Contarle su problema de timidez no era su mayor preocupación, pero realmente no tenía a quién contarle sobre el tema. Sus amigos ya sabían sobre su situación, pero sólo Kai le dió unas palabras alentadoras, y realmente no es lo mismo a ser reconfortado por tu madre.

La relación de Yeonjun con su progenitora no era la más maravillosa, pero tampoco era mala, solamente que fue decayendo con el paso de los años. Cuándo era un niño no podía estar un segundo sin su madre, pero luego se dieron cuenta de que él se estaba volviendo muy dependiente hasta el punto de no querer hablar con alguien más. Poco a poco fue soltando a su bebé para que se formara un niño amigable con todo mundo. Al menos así fue hasta el último año de la escuela elemental.

No sé que hice mal, pero todos se están portando mal conmigo》pensó Yeonjun, había cumplido 10 años y aunque era el mas chico de su generación, no lo parecía. ¿Cómo le dices a un niño que nadie lo quiere por homosexual, si su familia ni siquiera sabe qué significa ser homosexual?

No es que Yeonjun fuera gay, sólo era cariñoso con todos, pero la masculinidad de algunos es muy frágil y no pueden aceptar abrazos o un 'te quiero' de un amigo. Los niños de su clase lo excluían de las actividades y no le dirigían palabra alguna. Siempre hablaban mal de él indirectamente, decían muy en alto 'Todo sería mejor si los maricones no existieran' asegurándose de que Yeonjun escuchara, pero nunca se lo dijeron de frente. Por suerte esa etapa acabó, pero él ya no quería demostrar sus sentimientos hacía los demás por miedo a que se alejaran de él. 

Al inicio de la escuela secundaria estaba decidido a no acercarse más de la cuenta, no buscaría hacer amigos. Pero el primer día llegó y Hyuka fue el único que insistió en hablar con él,  poco a poco se convirtió en su amigo que después lo arrastraría con un grupo de amigos más grande, con el cuál no se sentía incómodo pero le resultaba innecesario hablar de más con ellos.

Llegó a casa. Su madre escuchó que el timbre sonaba muchas veces, pensó que tal vez a Yeonjun le había surgido algo para salir de trabajo antes, abrió la puerta y nunca se imaginó ver a su hijo así frente a ella.

Agua escurría del cabello castaño de su hijo, sus prendas estaban mojadas y sus tenis sucios de lodo. Pero eso no le sorprendió. Fijó la vista en los ojos de Yeon, y además de que estaban rojos e hinchados por el llanto, no tenían luz, su labio temblaba tratando de soportar un sollozo. 

Su madre lo entendió todo con una sola mirada, y sin importar nada lo abrazó y consoló cómo sólo ella lo puede hacer.

—Mamá, tengo cosas que contarte —la voz del castaño tembló, sus ojos se llenaron de lágrimas y apretó más el abrazo— pero no quiero decepcionarte y que te vayas de mi lado.

—Yo nunca me iría de tu lado, mi bebé.

















¹: Ya sé que cómo tal el hecho de que Taehyung sea un solista no es real, no soy fan de bts, sin embargo he podido apreciar la voz, talento, inteligencia y belleza de Tae en varias ocasiones y quedé tan enamorada que he querido incluirlo  en la fic, y aquí va a tener un papel donde es un solista anónimo, nadie sabe como es su rostro ni tampoco su nombre, aunque tampoco es muy conocido. 

² Referencia a Naruto. Si una persona dice la palabra que pronuncia con más frecuencia provocara que el Benihisago lo selle para siempre dentro de ella. 

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SKULD || Soojun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora