~ 𝚂𝚒𝚗 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕 ~ Payton Moormeier

~Mi pequeño paraíso-

Elena Dallas

Ya ha pasado unos días desde eso, ahora estamos a sábado por la mañana y me estoy tomando un café en el sofá de mi salón, mientras me replanteo todo lo que ha pasado esta semana, esta ha sido una semana muy... ¿rara?.

Primero, he conocido a Payton y aunque al principio no me cayera bien como todo el mundo al principio, él insistió y ahora no sé que siento acerca de él, cuando pienso en él no sé que se me viene a la mente si amor, amistad u otra cosa.

Segundo, acerca de mis amigos la verdad no sé que pensar, supongo que a Ava y a Ame las perdonaré, al fin y al cabo sería una completa idiota egocéntrica si no lo hago, siempre han estado para mí en los peores y mejores momentos y siempre me intentan ayudar y sacarme una sonrisa.
Pero Kio... mi querido Kio... no sé que hacer, me dolió lo que dijo, me ha dolido su comportamiento y aunque le quiero muchísimo no te puedes imaginar cuánto me molestó e hirió que me tratara con basura, como algo que puedes despreciar y tirar a la basura, así me sentí después de lo que me dijo.

Por otro lado, me he hecho amiga de los que nunca pensé que me haría amiga, en concreto de Josh, Bryce y Noah, te preguntarás ¿y Jaden? bueno con Jaden es... complicado, soy muy rencorosa y lo que hizo me partió en mil pedacitos, así que no he llegado a querer encariñarme de nuevo con él porque creo que tengo... miedo de que me pase lo mismo, pero supongo que poco a poco lo superaré.

Y ese ha sido el resumen de mi semana, ahora me dedico a ver la serie Gossip Girl en la televisión mientras antes me tomo un café con leche y unos malvaviscos en él, es mi desayuno favorito, lo tomo desde que tengo 12 años y es como una rutina de fin de semana, me encanta, normalmente lo tomaría con Ame o Ava o ambas, pero... no estoy bien con ellas.

-Buenos días cariño- dice mi madre bajando por las escaleras, me cago en la puta.

-Hola- digo sin hacer contacto visual con ella.

-¿Qué estás desayunando?- dice ella, no sé si lo hace por cotilla o por sacarme conversación, aunque ninguna va a funcionar.

-Lo de siempre- digo cortante.

-Qué rico! Voy a ir ha hacerme el mío y ahora me siento contigo- dice ella alegre, que mosca le ha picado.

A ver, sé que mi madre es muy alegre y risueña, pero últimamente me tiene muy controlada, o eso intenta y no está contenta, creo que algo le amargo con nuestras peleas, cosa que me da igual, ella se las busca.

Espera espera, ¿! ha dicho sentarse conmigo!?, ya me ha cagado la mañana tan tranquila que llevaba.

-Ya está- dice sacándome de mis pensamientos y sentándose a mi lado.

Yo me limito a mirarla una milésima de segundo y luego volver la vista hacia la televisión para seguir viendo mi serie.

-Oye cariño, ya hace tiempo que no vienen tus amigas a casa- dice ella.

Como no hay temas escoge este perfecto, del que menos me apetece hablar.

-Sí, ¿por qué?- digo, sé que tiene algo en mente.

-¿Por qué no se viene a casa?- dice y mi cara cambia a una seria.

-No-