~Su casa-

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Todos terminamos de cenar y cuando estamos a punto de levantarnos, se escucha un ruido de cerradura que proviene de la entrada.

-Hola familia!!- se oye gritar a una voz femenina.

A continuación, se escuchan pasos y el sonido de las llaves, es obvio que alguien acaba de llegar.
"¿Quién es?" Me pregunto mientras que los pasos se hacen más sonoros.

-Hola Pay!- dice ilusionada y corre a darle un abrazo.

Yo sin poder evitarlo me pongo celosa y creo que Payton lo nota ya que me da una sonrisa burlona con esos labios que tanto me gustan...

-Hola hermanita- dice Payton calmado.

Mierda, es su hermana y yo aquí celosa como una estúpida, algunas veces me pregunto por qué soy así de... no sé como decirlo, ¿así de tóxica?. No lo sé.

-Hola cariño- dice Joanne con una sonrisa tremendamente alegre.

-Bueno y¿tú eres?- dice dirigiéndose hacia mí bastante seria.

-Elena Dallas, encantada- digo estrechándole la mano, que ella coge desconfiadamente.

-¿Qué eres de mi hermano?- dice directa y seria.

-Faith!!- grita Payton riñéndole a su hermana.

Faith... bonito nombre.

-Soy su... mejor amiga- digo dejando entre medias un espacio para pensar en qué decir.

-Bien, yo me voy a mi habitación- dice seria y prosigue a salir de allí, para hacer lo que recientemente había dicho.

Me había sorprendido la verdad, nunca había sentido a alguien tan seca, seria e incompasible como ella cuando me vio, es como si le molestara que estuviera allí, quizás era porque le molestaba, en fin.

-Elena, perdónala no tiene modales- dice Payton refunfuñando.

-Está bien, he visto gente peor- digo sonriéndole.

-Bueno, ¿estaréis cansados no?- dice Joanne y los dos asentimos. -Bueno pues a la cama-

Esta mujer me recuerda mucho a mi abuelo, él era al único de mi familia al que yo quería de verdad. Era completamente igual que yo, tanto de físico como de mentalidad y carácter, incluso de personalidad.
El caso, es que él siempre era un amor conmigo, me quería tanto que da vez que mis padres me reñían él les daba un sermón a ellos, era el mejor.
Trágicamente, la única persona que me entendía a la perfección murió hace 2 años, así que ahora estaba como sola en ese sentido.
Aunque él no viviera aquí, era como si lo hiciera. Para su avanzada edad le encantaba la tecnología y la controlaba genial, así que todos los días hacíamos FaceTime, porque sí el tenía un iPhone como yo.

-Vamos Elen- me dice Payton sonriéndome.

-Tú delante caballero- digo haciendo una reverencia a modo de burla.

Él riendo sube por delante de mí para guiarme hacia su habitación, que supongo que será espaciosa, su casa es extremadamente grande y lujosa, pero al mismo tiempo acogedora y cálida.

-Y voilá- dice abriendo la puerta de su cuarto.

-Que bonita- susurro yo entrando perpleja.

Esta es muy grande como ya suponía, tiene una cama matrimonial con colcha de color gris, un gran armario hundido en la pared, un pequeño sofá con una mesita delante seguida de una televisión que cuelga de la pared y lo demás es todo decoración.

-Ponte cómoda, como si estuvieras en tu propia casa- dice él dándome libertad.

-Gracias, pero ¿cómo se supone que voy a dormir?-

-Con los ojos cerrados- dice obvio y yo le golpeo el hombro. -Auch-

-Me refería de ropa idiota-

-Aah pues te busco una sudadera grande mía y listo- dice indiferente.

-Vale, pues entonces ¿lo puedes buscar ya? Tengo sueño- digo con voz de cansada.

-Claro-

Payton comienza a rebuscar entre su ropa y saca una sudadera de su armario, que es negra y verdaderamente grande, tiene unas letras que ponen "still love you", la verdad es bonita.

-Toma, ¿quieres que me vaya para..?- comienza pero le interrumpo.

-No hace falta, solo date la vuelta un segundo-

A él parece impresionarle, pero cuando ve que me comienzo a sacar la ropa, se gira rápidamente con un color carmesí que le hace muy tierno.

-Bonito color de cara pequeño tomate- digo burlándome de él y este refunfuña.

Termino de vestirme y le aviso para que se gire y podamos dormir de una vez, estoy demasiado cansada.

-Oye Elena- dice bastante serio ya los dos tumbados en la cama mirándonos a la cara directamente.

-Dime- le digo con tono relajado.

-Si hiciera algo ¿tú me perdonarías?-

No puedo evitar sorprenderme ante la pregunta, ¿qué pasará por esa pequeña cabeza?.

-No lo sé, depende de qué hagas- noto instantáneamente que se tensa, no es difícil ver sus emociones. -venga no te rayes vamos a dormir- digo colocándome mejor en su pecho, aunque se nota excesivamente su tensión en los músculos.

¿Qué piensas pequeños Moormeier? ¿Qué te preocupa tanto?.

~ 𝚂𝚒𝚗 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕 ~ Payton MoormeierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora