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- ¿Estás bien? - Preguntó ella mientras se agachaba a la altura del contrario.
Este le miró unos segundos, después entrecerro sus ojos.
- ¿Quién eres? - El mundo de Yuu se fue abajo, aunque esto no duró mucho, hizo su cabeza hacia un lado, tratando de mirar mejor al chico.
- Yo... ¿Yuu? No sé, la chica que... - La risa del mayor inundó el lugar, eso saco a la de cabellos castaños de quicio.
- Bromeó, bromeó, se quien eres y se que quiero hacerte... - La cara de la menor se pinto de un rojo intenso.
- ¿Q-qué? S-silver... ¿Sabes dónde estamos... Verdad? - Pregunto Yuu mientras escuchaba el ruido proveniente del lugar donde ambos se encontraban.
- Si, lo sé... Pero, siendo realistas... ¿Alguien va a venir? No lo creo, todos están demasiado ocupados tomando y... - La de ojos verdes miró donde él se encontraba ahora, fuera del bar, sentado en una esquina.
Yuu tomó asiento en las piernas del chico, él rápidamente la atrajo a él.
- Sólo.... ¡Promete que no te vas a quedar dormido! - El peliblanco se sorprendió ante esa pequeña declaración.
- Eso es algo que no puedo controlar, Yuu... - La mencionada le miró con malos ojos. - Trataré, trataré... Pero, no te prometo nada...- se volvió a acomodar sobre las piernas del chico, quedando esta vez de frente.
Paso sus piernas a cada lado de la cintura del chico, quejándose por lo frío que estaba el suelo.
- Sabes... Si te quedas dormido aquí, tendré que cargarte a casa, eso no hablaría muy bien de tú persona... A menos que... ¿Eso es lo que quieres, tonto? - Ambos tenían sus aces bajo la manga, Yuu sabía como usarlos, trataba de mantener su voz tierna para que el golpe con burla no se notará tanto.
- Veremos quien puede más... Yuu querida~- Lo último dicho había sido susurrado en el oído de la chica, no pasó demasiado cuando este también fue mordido.
Una pequeña queja salió de sus labios, después los mordió para evitar que los sonidos salieran de su boca, aunque quisiera gritar, tenía que contenerse, no estaban en casa...
La respiración cálida de Silver se posó en el cuello de la menor, donde rápidamente deposito un beso. Después miró a la chica que empezaba a aruñarse como un gato a su poste.
Una sonrisa ladina se posó en su bello rostro, pocos segundos después beso la mejilla izquierda de Yuu, esta se sonrojo al instante.
— ¿Q-qué? — Dijo demasiado sorprendida.
— ¿Te sorprende un beso en la mejilla pero que tenga que tomarte aquí y ahora no? — Preguntó, un balde de agua fría cayó por el cuerpo de la de ojos verdes. — ¿Qué tan mal estas, querida? — Agregó, otro balde de agua le cayó encima.
