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- ¡E-espera, espera! D-duele.. - Decía pidiendo aunque sea un poco de piedad, pues el protagonista de su sueño, no era nada más y nada menos que el chico con cabello blanco.
Olvidando ese detalle, estaba haciendo presión en su hombro, mordiendo este. Dejando marcados sus dos colmillos.
- No se infectara, tranquila - Dijo en su oído, después lambio el lóbulo de este.
Se removió bajo aquel tacto, se comenzaba sentir más caliente el ambiente. El lobo se había apoderado por completo de su cuello, trataba de no morderle tan duro a la menor, pero le era casi imposible.
Yuu dejaba salir su voz de apoco, dejando de una vez por todas. La idea de sus.. 'sonidos raros'
- J-Jack, por dios... Ah~- Susurró la de cabellos castaños, el mencionado estaba tomando un descanso de hacerle tantas marcas en la piel.
Optaba por atraparla entre sus labios, dejando cálidos chupetones, esparciendo estos cada vez más abajo.
La chica se removió nuevamente, intentando tocar el abdomen del gran chico frente a ella.
Una vez lo logró, fue abriendo los botones que cubrían el cuerpo de Howl. Tocó la parte baja de su abdomen.
- Es duro... - Susurró. El de cabellos blancos tomó su mentón, besando a esta. Intentando meter su lengua en la cavidad bucal de la menor.
El beso solo se hacía cada vez más profundo, cuando Jack sintió que el aire le faltaba, se separo lentamente. Aunque antes de hacerlo por completo, mordió el labio inferior de la chica.
- Me duele, Mhg~- Mentira. Estaba hecha toda una masoquista.
Tenía una cara de ángel, pero enormes deseos sexuales.
Yuu se dejó caer en la cama, quitándose ella misma su playera blanca. Jack le miró, quedando perdido unos segundos.
- N-no me mires así, es.. Vergonzoso - Lo dice la que cada noche tiene un sueño erótico.
¡Que viva la mente sucia de Yuu!
Al estar con el torso descubierto, le fueron proporcionados más lametones.
La lengua caliente del chico se aseguraba de recorrer cada centímetro del pálido cuerpo de la de ojos verdes. Al mismo tiempo se deleitaba con el dulce aroma de Yuu mezclado con el sudor del momento.
Un aroma excitante.
La castaña se removió, haciendo un movimiento inconsciente con sus caderas.
Por unos segundos perdió su vista en el visible bulto del lobo que estaba parado frente a ella.
Se tiro sobre él. Desabrochando su pantalón de manera desesperada.
- ¡O-oi Yuu! ¿Qué haces? - Observó con más lujo y detalle lo que tenía enfrente.
- Mira atentamente - Sacó el miembro ajeno, y comenzó a masturbarlo de manera lenta.
