•ᴅᴇsᴘᴀᴄɪᴏ ʏ ʜᴜᴍᴇᴅᴏ.

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Humedad

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Humedad. Esa palabra se repetía en su cabeza una y otra vez. Solamente estaba sobre él, en una silla que tarde o temprano no aguantaría el peso de ambos.

Él se separo, recuperando de nuevo el aire, pasó su mano por sus cabellos y volvió a besarla. Yuu se inclinaba cada vez más, haciendo que todo el peso fuera hacia atrás.

— E-espera... — le dijo el albino, dirigió su mirada a la puerta y rápidamente le indico que se metiera debajo del escritorio.

— ¿Ya terminaste? — Le cuestionaron del otro lado de la puerta, él estaba siendo castigado. Después de aburrirse de escribir sin parar, metió a la chica a través de la ventana.

Claro, que con ayuda de su amada alfombra mágica.

— N-no... ¿Cuánto tiempo me queda? — Un suspiro escapo de los labios de la otra persona. — ¡H-hey, n-no! — Yuu sin pensarlo mucho le había hecho hecho el favor de liberar su despierto miembro.

Llevándolo de una a su boca, un gemido escapo de los labios del chico.

— ¿Qué pasó? — Preguntó de nuevo esa voz.

— Me golpeé el dedo pequeño del pie... A-ah— Ella solo tenia una parte en su boca, trataba de tenerlo todo dentro.

— ¿Con zapatos? — Pensó rápidamente una escusa creíble.

— H-hace calor aquí adentro, ¿Q-qué esperabas? A-ah, Mhg~— Sin duda, lo estaba disfrutando. Otro suspiro fue escuchado.

Yuu seguía con lo suyo, repentinamente el jalo sus cabellos, haciéndolo más a su antojo.

— Volveré dentro de una hora, espero que hayas terminado para entonces. — Respondió con un simple «Esta bien» una vez escucho sus pasos alejarse, hizo que su miembro dejara la boca de la menor.

— ¿Q-qué fue eso? — Le preguntó con un sonrojo hasta en las orejas.

— ¿Prefieres que lo masturbe? — Él asintió, sentándose completamente recto. Dejando que Yuu tocará su miembro desde la parte de arriba.

Bajando lentamente, seguía sintiendo lo húmedo que había dejado esa zona, el de ojos carmín se retorcía con cada pequeño toque que le daban.

Comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo, masturbando de forma lenta su miembro.. Paso a un ritmo más fuerte tocando este con ambas manos.

— E-estoy cerca. — Le advirtió, la castaña aumento el ritmo de esto, el semen salió disparado hacia su cara. — ¡A-ah, Y-Yuu! — Exclamó este tomando rápidamente un pañuelo. —Lo siento.

Había quedado un pequeño residuo cerca de su labio, no dudo en lamberlo, haciendo que la cara de Kalim se tornará de un rojo más fuerte que el de sus ojos.

— Tenemos una hora, ¿Sobre el escritorio, Señorita? — Preguntó esbozando una linda sonrisa, le tendió la mano para que saliera de su escondite no tan secreto.

ᴅᴜʟᴄᴇs sᴜᴇñᴏs, ʏᴜᴜ ⟼ ᴇxᴘʟɪᴄɪᴛᴏ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora