-Bueno Adara, veo que estás medianamente bien acompañada, nosotros nos vamos -dice el director haciendo referencia a él y Rosa- chicos, si necesitan cualquier cosa me avisan, -se dirigen hacía la puerta- Buen día -salen-
-Bueno Adara ¿como estas? -dice Connor poniendo sus manos con delicadeza sobre mi rostro-
-Preparada para participar en un triatlón, ¿y tú? -digo de manera sarcástica, a lo que él y Isaac ríen- Oye, -pongo mi mano sana sobre su rostro y lo giro un poco- ¿Y estas heridas? ¿Qué has hecho? -digo al observar una pequeña herida en su nariz y otra en el pómulo derecho, aunque parece que ha ido a la enfermería, se puede notar que las heridas están tratadas-
-Eh, no es nada -dice este intentando cambiar de tema- ¿Tú quién eres? -levanta la cabeza y mira a Isaac-
-Soy Isaac, un amigo de Adara. -dice este extendiendo una mano-
-Ah encantado, no me habían hablado de ti. -dice mirándome-
-Lo conocí ayer, no tuve ni tiempo de contártelo. -reprocho yo-
Pasamos varios minutos hablando hasta que Isaac y Connor se van, ya que, Isaac tenía que ir a la biblioteca a seguir con su trabajo, y Connor parece que tiene que ir a hablar con el director sobre su castigo, pero me molesta no saber qué ha ocurrido, aunque creo que me puedo hacer una idea.
-Oye -con mi mano sana le doy un manotazo en el rostro a Ethan, a lo que este suelta un gemido de desaprobación, ya que aparentemente se ha vuelto a dormir, genial- tengo hambre.
-Y a mi que me cuentas -contesta este poniendo la almohada sobre la cabeza-
-Técnicamente tú eres quien ha ocasionado esto, así que me tienes que cuidar, inútil.
-Huérfana.
-¿Eres gilipollas o que? "huérfana" no es un insulto.
-Que te jodan.
-Vale, pues llamaré al director, ya ves.
En realidad no tengo ni su número de teléfono pero no pierdo nada por fingir un poco, me estoy muriendo de hambre.
-Bueno, vale -se quita la almohada- que quieres de comer? ¿Un sándwich?¿Unos huevos fritos?- -Olvídalo, ¿pedimos algo?
-Mhm, ¿el qué? ... ¿unos padres?
-No, ¿qué tal si pedimos un poco de masculinidad? Porque veo que la tuya es muy frágil.
-ríe- Buena esa.
-Gracias.
-Huérfana.
-Hombre con pene de 2 centímetros.
-este se sorprende- Te puedo asegurar que soy de todo menos un hombre con pene pequeño. -masculla este indignado-
-No gracias, preferiría hacerme lesbiana o convertirme en monja.
-Seguro -dice sarcásticamente con orgullo-
-lo ignoro- ¿Pedimos pizza?
-Vale, yo quiero una hawaiana.
-¿Pizza con piña, enserio? Cada vez me resulta más fácil sacar la conclusión de que eres gilipollas.
-Bueno, sí, sí, lo que tú digas ¿pides o que?
ESTÁS LEYENDO
Me rompiste y me enamoré
RomanceNO COPIAS NI ADAPTACIONES Adara Owhood, una huérfana de 17 años, junto con su mejor amigo, Connor Mortenson, reciben una beca para hacer el tercer año de instituto en una de las mejores secundarias de su pequeña ciudad, por una vieja amistad. Por un...