10: ¿Dónde estás?

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Bueno, después de todo un fin de semana conviviendo con Ethan, hoy al fin es lunes, y queriendo o no, he de volver al instituto. Me ha despertado la alarma de Ethan, apenas son las 7, y empezamos a las 8, así que tengo suficiente tiempo para que Ethan me ayude a prepararme.

Este, me ayuda a ir hacía el sofá del salón, se encuentra a mi lateral izquierdo aguantándome por el hombro del brazo sano; sinceramente, me parece una buena manera de empezar la semana, su olor, embriagador, ese aroma a lirio con menta, su perfume...

Al llegar me deja cuidadosamente sobre el sofá, y pregunta;

-¿Qué quieres desayunar?

-Cereales.

Digo esto, y a los pocos segundos escucho como este empieza a abrir los armarios buscando todo lo necesario para hacer el desayuno.

A los pocos minutos, este se acerca a mí con un bol de cereales con leche, y aparentemente él también se sirvió una ración. Después de unos cinco minutos, ambos acabamos de comer, este se levanta del sofá, va al baño y me trae mi neceser con maquillaje y también mi espejo (uno pequeño que fácilmente cabría en el bolsillo), y dice;

-Maquíllate mientras me visto, y luego, te ayudaré a vestirte.

Asiento y este sale de la habitación y entra en el dormitorio para luego cerrar la puerta.

Yo me dedico a maquillarme, base no me pongo, ya que, tengo algún que otro grano, y he de admitir que no me gusta como se ve si encima de ellos pongo base, así que la aparto; me hago un simple delineado con lápiz negro en la parte baja del ojo, me pongo rímel, y todo esto con un pintalabios mate rojo escarlata. A los pocos segundos de terminar Ethan sale del dormitorio, se acerca a mí, me ayuda a volver a la habitación, y me sienta en el borde de una de las dos camas.

Yo estoy en pijama, unos pantalones negros y largos, tipo <<wide leg>>, y una camiseta negra normal, con sujetador debajo ya que, Ethan me ayuda a vestirme y a desvestirme, y si al quitarme la camiseta no tuviese el sujetador, sería demasiado incómodo.

De repente, cuando estaba a punto de quitarme la camiseta, alguien llama a la puerta, ¿quien mierda es a estas horas? faltan solo 40 minutos para empezar la primera clase, debería estar preparándose y nosotros también. Ethan deja mi camiseta dónde estaba y se va a abrir la puerta, desde la habitación escuchó como esa persona saluda respetuosamente a Ethan y se dirige hacia mí; a los pocos segundos este aparece en mi habitación y me saluda.

-Hola Adara. -dice este sonriente mientras se agacha para estar a mi altura-

-Hola Isaac, ¿qué te trae por aquí a estas horas? -digo sonriendo-

-He venido a ver cómo estabas y para ver si te podría ayudar con algo.

Este acaba de hablar y veo a Ethan con la espalda contra el borde de la puerta, observando atento la situación, sin decir ni una palabra, ¿Que debe de estar pensando en estos momentos?

-Yo estoy bien -sonrío- ahora Ethan me iba a ayudar a vestirme.

-Bueno, sí te parecería bien, ¿podría hacerlo yo en su lugar?

-Claro. -contesto yo, mirando fijamente a Isaac-

Al decir eso, miré de reojo a Ethan, este se puso derecho y salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Nada más salir Ethan y Isaac junta sus labios contra los míos, en un beso largo y apasionado; yo suelto un leve gemido por todas las sensaciones intensas que recorren mi ser, y este me responde con un gruñido, haciendo el beso más arrollador que antes. Al quedarnos sin aire este se separa de mí, dejando solo un escaso hilo de saliva que aún nos une, y que este no tarda ni diez segundos en romperse.

Me rompiste y me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora