0 2: Gilipollas

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Hoy es lunes, 10 de septiembre, hoy se perderán las clases en todo el país;

Connor y yo estamos en las puertas principales de nuestra nueva secundaria, yo estoy vestida con unos jeans Mom Fit de color negro, combinado con un crop top negro con bordados blancos en las mangas y un dragón en la parte superior de la misma, de blanco , con el pelo recogido en una alta coleta, y con solo un poco de rímel; mientras que, Connor va con unos pantalones cortos de color gris, que hace resaltar sus piernas bien formadas, y con una sudadera negra con el bordado de nike blanco en la parte superior izquierda de la misma. Ambos llevamos una maleta y mochila cada uno, al fin y al cabo, dormiremos aquí.

Detrás de las rejas negras y altas que envuelven la institución, se puede distinguir una pequeña puerta que se hace paso entre las mismas , también se pueden observar cuatro edificios, uno de ellos mucho más grande que los otros tres, supongo que ese debía ser donde se daban las clases, pero los demás, no tengo ni idea de que se puede albergar a dentro de esas paredes de ladrillo rojo; todo se observa super cuidado y acogedor.

Connor y yo, teníamos una maleta y mochila cada uno, con nuestras cosas, habíamos llegado temprano, antes de las clases, para poder organizaros. Connor se acercó a las rejas y vió un telefonillo, decidió apretar el botón del mismo, y una voz femenina nos contestó:

-¿Sí?

-Buenos días señora, somos los becados ¿podemos entrar?

-Oh sí, claro joven. -dice con un tono agudo pero aparentemente acogedor-

Al decir eso se escucho un leve pitido, supusimos que significaba que la puerta se había abierto y así fue, abrimos la puerta, y nos dirigimos hacía uno de los cuatro edificios, lo que parecía ser el lugar de trabajo de las secretarías.  

Es un lugar bonito y acogedor, es una sala amplia, con paredes blancas, pero adornada con fotos de lo que parecen ser alumnos, hay mucha luminosidad ya que gran parte de sus paredes son cristaleras, hay varios bancos de madera, y macetas con plantas decorativas que dan un aire sobrecogedor, también hay un mostrador, y detrás de él habían dos mujeres de un aspecto mayor, pero que esbozaron una sonrisa en su rostro cuando nos vieron, y nosotros como lo perdidos que estamos, decidimos acercarnos.

-Buenos días, -dije con mi mejor sonrisa- somos los nuevos alumnos, ¿nos podrían decir donde tenemos que ir, o que tenemos que hacer, por favor?

-Oh dios, claro que sí -agarró un teléfono que al parecer tenía sobre la mesa y lo llevó al oído derecho, para luego decir- Buenos días director, ya están aquí los becados, ¿les digo que suban? -se puede escuchar un leve titubeo de una voz masculina proveniente del teléfono-Oh, mhm, claro, ahora les informo, gracias.-dijo esas últimas palabras para colgar el teléfono, colocarse las gafas, mirarnos y decirnos-Bueno, el director os espera en su despacho, Margot os acompañará - dijo manteniendo su sonrisa alegre-

Antes de querer darnos cuenta, aparece por un pasillo, una chica de estatura mediana, con el pelo gris y cortado hasta los hombros, con ojos negros y con un vestido hasta por las rodillas, morado; al vernos, nos mira de arriba a abajo, con un ligero aire de superioridad, y al darse cuenta de lo que está haciendo, esboza una falsa per amplia sonrisa en su rostro, se acerca a nosotros y nos dice;

-Hola, soy Margot- nos estrecha la mano a ambos-¿vosotros sois?-dice manteniendo su amplia sonrisa-

- Yo soy Adara, encantada -digo sonriendo y moviendo mi mano de arriba abajo junto a la suya, intentando parecer amable, las primeras impresionas son las más importantes ¿no?

-Yo Connor, un placer -este le extiende la mano también, pero esta se acerca a él, y le da dos besos, uno es cada mejilla. Dejando a Connor ligeramente sorprendido.

Me rompiste y me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora