Una vez se dijo que aunque Ames mucho algo, si te hace daño debes abandonar por el bien de tu salud emocional. Duele al inicio pero si lo superas todo puede pasar, y llegar a tener buena vida.
Luke Ross sufría de eso, no iba a permitir sufrir más un mundo donde nadie lo apreciaba, y donde su persona, lo que el era, estaba mal y no quería cambiar.La imagen que lo derrumbó fue ver lo bien que lo pasaba Madeleine con la realeza, suspiro y Roxy que iría a consolarlo, paso a querer evitar que se fuera.
—Luke, Luke, no te vayas—pero fue en vano.
No quería ver más esa vida de lujos raros, prefería su vida de Nueva York, con su familia de Nueva York y los recuerdos de Nueva York. Madi podía vivir sin el, y tendría un gran chico, como Erick, y el, tomaría su vida de vuelta ¿y quien sabe?, conseguiria un nuevo amor, era joven, y la vida le estaría dando muchas sorpresas.
—Parece que Luke volverá a su Nueva York—Roxana quería gritarle a los Reyes pero no podía hacer mucho.
—No puedo creer que sean felices con ésto—Víctor tomó el control de forma respetuosa—Ponen el amor atrás de los títulos, las fiestas deben ser buenas y de paz, de familia y amor... ¿No les parece que ya que muchos corazones rotos hubieron en este lugar?
Víctor y su hija se fueron, dejando a Isabel y Enrique repensando lo sucedido. No se habían equivocado, era lo mejor para el Reino, ¿no?
(....)
Luke guardaba las prendas en su maleta con ropa normal, quería irse y jamás volver, estaba harto de todo.
—Hey... —la puerta se abrió y Madeleine le sonrió, pero al ver la maleta se preocupó—Luke, ¿que haces?
—Irme, no aguanto más este lugar.
—¿Esto es por Erick?, no fue nada, solo es mi padre y madre buscando ser cupido—la ojiverde camino a Luke que aún guardaba todo.
—No, no es eso. Todo, tu padre despidio al personal por mi culpa.
—¿Que?, Luke, ellos harían de todo para que te vayas. Arreglare esto y veras que todo estará bien.
Madi tomó las manos de Luke pero el las soltó y las puso en sus bolsillos. Si pudiesen ver más como un corazón lentamente se rompe, sería usado el corazón de Madeleine que le estaba doliendo todo eso.
—Luke—el chico se quedó callado—Quiero hacer esto pero cuando estaríamos en la terraza un tierno y bello lugar, pero aún así la intención es que lo quiero hacer.
Del bolsillo saco la caja de Rosa pastel y abrio el anillo de promesa. Luke casi se desmayaba, no podía ser un anillo de compromiso, aún era jóvenes y el quería alejarse.
—Es un anillo de promesa, con este eres oficialmente mi pareja casi esposo, es la promesa que nos amaremos y en un futuro incierto nos casaremos. El anillo esta hace años en mi familia, y quiero que lo tengas vos, por que eres el indicado para mi Luke Ross, ¿Harias esta promesa conmigo?
Palabras tan dulces como esas hacían doler más solo Luke, iba a dejar a semejante Ángel, por su bien.
—No puedo... —dos palabras, siete letras, pero dolió en todo el alma de Madeleine.
—¿Que?
—Madi, no puedo, tu tienes una vida acá y yo soy de Nueva York. Soy, un hombre que jamás podrá hacerte la compañia correcta para el trono real, mi personalidad siempre fue un asco y por eso quiero evitar que esto siga.
Dos corazónes rotos hablaban, y dos nobles, específicamente una reina y un rey, oían la charla de los jóvenes. Pensó que tal vez esto pasaría, pero no les alegraba como esperaban.
—Yo te amo a ti Luke Ross, estoy enamorada de ti... Me enseñaste un mundo nuevo, me amas por lo que soy—el tono roto era un arma filosa para Ross.
—Somos de mundos distintos, sos una princesa y yo, un mantenido—decirse así lo había lastimado, de verdad—No podemos estar juntos.
—Renunciare, total, a mis padres jamás le importó si era su princesa o no.
Madeleine no sabia como llevar esto, como evitar que el chico que amaba se fuera de su vida.
—No, no dejaré que dejes el puesto por mi, el Reino te necesita. Ya hice suficiente, no dejaré que dejes de ser la princesa de Cordinia, tu eres importante aquí.
Enrique e Isabel no supieron como reaccionar a eso, Luke no quería llevarse a su pequeña, abandonaría la corona y evitaría que su princesa deje de ser Princesa.
—No, yo te necesito, no me importa el puesto si voy a perderte—Madi tomó su mejilla pero nada, Luke no cedía.
—Madi, mañana me voy, perdón. Pero tu debes quedarte aquí y ser la hermosa princesa que siempre fuiste.
Nicolás que buscaba a su melliza, encontró a sus padres oyendo algo por la puerta del pueblerino. Fruncio el ceño y cuando quiso hablar paso lo que alertó y lastimó a todos.
Madeleine había sollozado, y segundos después llorado abrazando el cuerpo de Luke. El pecoso quedó con el corazón peor, los Reyes con saber que por culpa suya su hijita empezó a llorar los hizo sentir culpa y Nicolás sintió enojo por que suponía de que se trataba todo esto.
Lejos de ellos había un baile y sonrisas por doquier, pero más cerca dos corazones rotos lloraban abrazados por que sería la última vez que se verían a los ojos, que tendrían un contacto físico, y que sería la última vez que estarían de pareja. Y dos almas lentamente culpables doliendole mucho que su pequeña llorara, y una furia por que no habia cuidado bien a su hermana de la Real maldad, los título.Madi y Luke se separaron, no supieron que decir por que no les quedó de otra que deber alejarse, por que el pecoso no quería verla más por sus estaría peor que nunca. Eran dos personas lastimadas que se amaban con locura.
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ROYAL CHRISTMAS | luke ross ✔
FanfictionEl corazón del pecoso casanova de Nueva York había sido atrapado por la dulce y preciosa rubia de ojos verdes. La Navidad se acerca y Luke se lleva la sorpresa que su perfecta novia era una princesa de pies a cabeza, literalmente. Basada en la pelí...