EL DIARIO DE LA HIJA DEL PASTOR ©

Cap14- No me dejes

Agarre mi celular y vi que había un mensaje sin leer ¿de quién será? Me pregunte. Al verlo era de un número no registrado y decía...

"Amiga, soy Daniela. Te escribo desde este número porque mi mama me boto el otro celular para que no tuviera ningún tipo de contacto contigo. Estoy demasiado triste. En estos días que no he podido verte no he parado de llorar. No sé cómo decirte lo siguiente, ¡quiero que seas fuerte! Cuando estés leyendo este mensaje ya estaré en un avión tomando un viaja a Francia sin regreso programado ¿te acuerdas de los familiares que te hable que tengo en Francia? Bueno, mi mamá me obligo a que me fuera a vivir con ellos ya que no quiere que ande más contigo. Me dijo que si me quedaba allá donde vivimos seria la perdición para mí, por eso me mando para París. Al parecer ya consiguió hasta colegio en donde quiere que estudie. ¡Estoy devastada! Solo quiero que sepas que nunca te olvidare y que te llevo atravesada como una estaca en el fondo de mi alma que nadie va a poder sacar. Te amo con mi vida y quiero que sepas también que no me arrepiento de lo que paso entre nosotras, que si me ponen a decidir entre el cielo y tú, te elijo a Ti. Te amo. Con mucho cariño, tu amiga Daniela"

Esas palabras que leí jamás las voy a poder olvidar. Justo cuando estaba empezando a amar de verdad a alguien, la vida me quitaba a esa persona. ¡No era justo! ¿Porque a mí?

Al terminar de leer ese mensaje quede totalmente en shock, solo podía llorar y nada más. Pasaron las horas y cuando entraba a cada uno de los salones de clases era como si mi cuerpo estuviera allí pero mi mente en otro sitio.

Regrese a mi casa y como siempre no había nadie. Me acosté en mi cama y cerré con candado el cuarto. Me quería morir, era como si una parte de mí se la hubiera llevado Daniela. Por un momento comencé a pensar en todo lo que había sucedido el día que nos descubrió la Señora Emelis besándonos y justo me acorde que momentos antes de todo eso yo había guardado las drogas de Jose en el closet de mi cuarto. Mire mi closet acostada desde mi cama y al instante voces comenzaron a pasar por mi mente diciéndome que consumiera las drogas que le había encontrado a Jose "eso me hará olvidar los problemas" ¡pensé!

¿Será que lo hago? Estaba realmente indecisa, sabía que estaría mal si consumía esas drogas, pero también sabía que olvidaría gran parte de mis dolores si lo hacía. Perdí la pelea y decidí acceder a ellas. La verdad no sabía cómo se consumían ni como se sentían, lo único que sabía era que se inhalaba por la nariz ya que lo había visto en la tv.

Abrí el closet, busque en donde la había escondido y allí estaba el sobre. Ya no había vuelta atrás. Lo abrí y suspire la coca. Sentí como ese polvo en milésimas de segundo llegaba a mi cerebro. Mi corazón se aceleró tanto que pensé que me daría un infarto. Sentía que podía hacer todo lo que quisiera, me sentía capaz de hacer cualquier cosa, me sentía hiperactiva, no podía controlarme... Empecé a reír y a llorar (en realidad creí que me volvería loca). Después de unos minutos, me tire a la cama estando ya como en una especie de éxtasis. Me sentía lejos de todo ¡estaba en otro mundo!

Al día siguiente me levante, mire el reloj y eran las 4 am ¿En qué momento se pasó tanto tiempo? Pensé. Voltee mi rostro y vi la bolsa de coca que aún estaba llena un poco más de la mitad. De inmediato me puse a llorar. No podía creer que había consumido cocaína. Sentí que no valía nada y que había defraudado a mis papas y a todos. Me quería morir. Ahora estaba aún más triste; no tenía a Daniela a mi lado y además de eso la conciencia me acusaba por lo que había hecho ¿Con quién me desahogaría? Si con la única persona que tenía confianza era con Daniela y ahora estaba lejos y no tenía comunicación con ella ¿Qué iba a hacer?

Continuará....