Es diciembre y la nieve espesa cae en grandes cantidades sobre la carretera de california, veo a través de la ventana como pocas personas conducen por esta zona y es debido al pésimo clima, sin embargo a la tutora le importa en lo más mínimo.
Hace tan solo unas semanas vivía libre de toda supervisión gubernamental, pero debido a que tuve una racha de mala suerte y quede muy ebria en las afueras de un club, unos agentes me reconocieron y me llevaron de nuevo con mi tutora legal, ósea una señora de cuarenta con serios problemas de carácter.
A los cinco años mi padre falleció, a mi madre jamás la conocí y fui a parar al primer reformatorio donde sufrí maltrato en todas sus fases, claro excepto en violación, tenía quince cuando un mugroso tipo quiso aprovecharse de mí, pero no sabía que en mis tiempos libres había aprendido a luchar y era la principal en crear revuelos, al tipo no le fue muy bien y de no ser porque uno de los guardas le escucho gritar hubiese quedado sin bolas.
Luego de ese suceso Karmin la tutora me cambió unas cinco veces en tres años de reformatorio en reformatorio, pero al haber estado ya en todos los del país opto por buscarme familias adoptivas y enserio que esta vez di todo de mí, yo no era mala tan solo no comprendían que era diferente, con la primera familia dure un año y me echaron cuando maquille a su hija de diez años, las otras cinco me echaron a la semana de haber llegado.
Y como nadie sabía que hacer conmigo la muy simpática de Karmin me alojó en su vivienda, claro me fui al día siguiente y no me miró la cara en un año, luego pasó lo del bar y aquí voy, en un automóvil blindado con veinte años encima, rumbo a Canadá a un internado para adolescentes especiales.
Llegamos al aeropuerto y ambas abordamos cuando llaman nuestro vuelo, jamás me he subido en un avión y esta vieja reirá con ganas cuando sepa que me da pavor esto. Pasados quince minutos y con la revisión de que todo esté bien siento como nos empezamos a mover, veo por la ventanilla y el puto avión va en el aire, volteo a ver a la cuarentona y esta me ve con una sonrisa sínica en el rostro.
̶ No me digas que la grandiosa Lucinda Preston le teme a volar ̶ se burla.
̶ Solo es el miedo a la primera vez, ricachona ̶ respondo de mala gana y ella ríe ante ello.
̶ Por lo menos así sabré que no volverás a California a dar lata ̶ finaliza y ambas nos quedamos calladas.
Uno de los agentes que acompañan a Karmin extiende una pastilla para dormir y una botella de agua y la tomo sin rechistar.
Pasados unos cinco minutos el sueño se apodera de mí y caigo en los brazos de Morfeo.
Siento como alguien palmea mi mejilla y me remuevo para que pare de hacerlo, pero debido a su insistencia quito mis tapones para los oídos y abro los ojos para ver de qué se trata, frente a mi esta Fernando uno de los agentes de la CIA, frunzo el ceño y el me entrega una maleta con una nota que dice
''Tú uniforme niña cotilla''
Sonrió ante el mensaje de Marta (la secretaria) y sigo al chico para salir del avión.
Afuera hace muchísimo frío y cubro mis orejas para mantenerlas calientes, entramos al aeropuerto y veo al resto de agentes y a Karmin, están hablando con una señora de unos treinta o menos, Fernando se detiene repentinamente haciendo que impacte con él, da la vuelva y me sonríe.
ESTÁS LEYENDO
ATRAPADA ©
FantastikPensar que el mal sería tan bueno y que el bien sería el lado más oscuro. Todos los secretos detrás de aquellos ojos, tantas décadas viendo injusticia. Una nueva presa será, que por su ingenuidad en sus garras caerá. Lucinda Preston es la humana...