Nueva York
Ashton
Ser abogado criminalista es difícil.
Mi cliente es inocente, su señoría.
Te toca defender personas que son totalmente culpables, aunque no quieras.
¡Objeción! La fiscalía solo especula, no especifica.
Te toma mucho tiempo encontrar la verdad en algunas ocasiones.
¿Inocente o culpable?
Cada vez que acepto un caso hago esa pregunta. Algunos me dicen la verdad... otros miente a su beneficio y terminamos perdiendo el caso. Eso es lo que acaba de hacer mi cliente en estos momentos.
—¿Estás seguro que no tuviste nada que ver con el asesinato de Eva Ramírez?— Él vuelve asentir y yo solo lo miro a los ojos. —Espero que estés diciendo la verdad, Adrien. De lo contrario no podré defenderte como se debe.
Espero que él diga algo más, pero no lo hace. Solo se recuesta de su silla mientras encoge sus hombros. ¡Idiota! Puede ir a la cárcel y a él no le importa. Este va a ser un caso muy largo.
—Bien, entonces no te molestará que te mande hacer una prueba de polígrafo, ¿verdad?— Vuelve a encogerse de hombros y de verdad me dan ganas de estrellarle la cabeza contra la mesa. Suelto un gruñido y guardo todas las cosas en mi maletín antes de levantarme. —Entonces haré la cita para hacer la prueba. Lo mantendré informado de cualquier cosa.
Salgo de ese cuarto y aflojo mi corbata mientras me pasó una mano por el pelo frustrado. Vanesa, mi secretaria, se acerca a mí con una sonrisa pero yo no tengo ánimos de sonreír. Estoy seguro que este caso va a ser una total pérdida de tiempo.
—Un Frappuccino de doble chocolate de Starbucks para que se alegre un poco, señor.
—Muchas gracias, Vanesa—. Ella solo asiente antes de sacar su IPad para leerme mi agenda.
—No hay de que, señor. Le aviso que tiene una junta en una hora con sus jefes. Quieren que les muestre los avances de este caso—. Bufo mientras sigo bebiendo mi Frappuccino. — A las tres tiene una cita con la fiscalía del caso. Ellos no quieren que este caso sea tedioso, así que a lo mejor buscan una negociación.
—Aunque me encantaría aceptar esa negociación estoy seguro que Adrien no lo hará. Quiero probar que él no lo hizo, aunque todos sabemos que es culpable. Lo que me recuerda, haz una cita para que le hagan la prueba de polígrafo—. La veo escribir rápidamente en su IPad mientras seguimos caminando hacia la salida de este correccional. —¿Hay alguna otra cosa?
—Bueno...— La siento dudar así que la miro a los ojos. Ella me mira un poco nerviosa antes de resignarse. —Tiene una cena con sus padres esta noche.
Lo que faltaba. Pasó mi mano otra vez por mi pelo y miro a todas partes menos a Vanesa. No quiero ir a esa cena, solo escucharé a mis padres hablar sobre lo mucho que pude haber logrado en la NFL y eso me molesta. Me quita hasta el hambre y con la comida no se juega.
Vanesa espera que le diga que hacer así que retomo mi camino y ella me sigue casi corriendo.
—Cancela esa cena. No estoy de humor para escuchar estupideces.
—Señor... ya la cancelamos tres veces y sus padres me llamaron para recordarte que esta vez no tienes escapatoria.
¡Maldita sea!
Cuando llegamos a mi auto, Vanesa está toda roja por correr detrás de mí. Por un momento me siento apenado, pero luego recuerdo mi enojo y abro la puerta trasera más furioso de lo que estaba.
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Bright✅
RomanceSomos dos mundos diferentes, pero que se supieron complementar en el mismo instante que nos conocimos.