𝐒𝐈𝐑𝐄𝐍, twilight.

vi. The hypnotic truth

• ( 🧜🏻‍♀️. . . Siren ) •

—Esme. — llamé a la pelinegra, ella despegó la mirada del televisor para verme.

—¿Qué pasa, cariño?

—¿Será que hoy puedo ir donde Sean, es que quedé con los chicos para hacer una tarde de picnic? —le pregunté, a lo que ella asintió.

—¿Quieres que le pida a Jasper que te lleve? —negué.

—No es necesario. Sean dijo que pasaría por mi si llegabas a dejarme ir.

—Está bien, cariño. Ve arreglarte.

Me levanté del sofá y subí a mi habitación entre saltos. Le escribí a Sean de que sí me dejaron ir y este me respondió que dentro de seis minutos pasaría por mí. Decidí ponerme una falda negra, junto una camiseta blanca y unos tenis negros. Recogí mi cabello en una trenza que me había enseñado hacer Esme.

Bajé una vez que estuve lista, encontrándome con Jasper y Emmett jugando en el xbox de este último.

—¿Adónde vas, pequeña? —me preguntó Emmett sin despegar la mirada del televisor. Rápidamente Jasper la despega y la coloca sobre mí.

—Iré a una tarde de picnic con Sean, Leah, Embry y Quil. —le contesté.

—Pau, aquí hice unos panecillos para todos. No te lo vayas comer antes. —me dice Esme entregándome un porta comida donde pude ver panecillos. Rápidamente me saboree.

—Muchas gracias, Esme. —agradecí. Escuché el timbre de la casa —. Ese debe de ser Sean; ¡Adiós!

Justo cuando iba a bajar, la voz de Jasper me detiene.

—¡Pau! —me voltee a verlo —. Estás muy linda.

Sonreí ante su halago, bajé las escaleras y por detrás del ventanal logré ver a Sean. Rápidamente le abrí.

—Vamos. Los chicos y Leah nos esperan en el bosque.

Asentí. Nos adentramos al bosque, el camino se sintió corto, pues veníamos conversando y riendo.

Los chicos ya tenían una manta tendida sobre el suelo del bosque, platos con comida sobre ellos y los tres se encontraban conversando.

—¡Chicos! —los llamé alegre. Estos voltearon a vernos rápidamente y corrí hacia ellos.

Pero, me caí de cara por la culpa de una roca.

—¡Paulette! —escuché que me llamaban los chicos. Sean y Leah me ayudaron a levantarme, me quité el cabello de la cara.

—Estoy bien —dije —. ¿Qué hay de comer?

{🧜🏻‍♀️}

—¿Los Cullen ya saben lo qué eres? —me preguntó Leah.

Casi toda la reserva sabía lo que yo era. Sean dijo que podía confiar en ellos, le han ocultado el secreto de él durante dos años. Así que, dejé que le contara. Bueno, todos sabían menos el tal Jacob. Sean no confiaba en todo de él como para contarle semejante secreto.

—No —negué mientras le daba un mordisco a una fresa —, no creo que me salgan creyendo.

—¿Cómo un ser sobrenatural no le creería a otro de lo qué es? —preguntó Quil. A lo que recibió mala mirada de parte de Leah, Sean y Embry.

—¿A qué te refieres, Quil? —le pregunté. Este comenzó a ponerse nervioso.

—No, nada. Babosadas mías. —trató de decir, sus nervios le impedían hablar bien.

—Oh, Paulette. Mira, un Bambi por allá. Vamos a verlo.

—No. Dime qué son los Cullen. —dije mirándolo a los ojos a lo que él no se pudo resistir. Aunque no me gustaba, tenía que hipnotizarlo. No me lo dirían por voluntad propia.

—No caigas en su encanto, Quil. —dijo Embry. Leah cubrió mis ojos y Embry los de Quil, tratando de cortar la conexión. Pero, ya había sido muy tarde.

Ya me había respondido, y su respuesta me sorprendió.

—Son...son vampiros.