𝐒𝐈𝐑𝐄𝐍, twilight.

ix. the heartbroken mermaid

• ( 🧜🏻‍♀️. . . Siren ) •

—Forks es muy pequeño. Nada más he dado tres pasos y ya lo recorrí todo. —me quejé

—Debería de mostrarte algún día Canadá, es un país bastante hermoso y grande. —me dice Sean.

—¿Ya viste Canadá? —le pregunté sorprendida. Asintió.

—Por supuesto, mi padre vive allá. De vez en cuando lo visito.

—¿Eres mitad humano? —volvió asentir—. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Es que siempre se me olvidaba comentarte.

—Ah, eso explica del por qué no tienes la fuerza de una sirena. —este rodó los ojos para después reír.

—Creo que ya es hora de volver. Ya se está haciendo...—dejó de hablar ya que escuchamos el canto de una sirena y un olor a brisa marina. Quedamos sorprendidos al ver que provenía de una chica que pasaba a nuestro lado, también se encontraba sorprendida al vernos.

{🧜🏻‍♀️}

—¿Y qué haces aquí? —pregunté dándole un sorbo a mi gaseosa.

—Me enamoré de una humana, pero ella ya gustaba de otra —Sean y yo quedamos sorprendidos al escuchar su respuesta —. Voy muriendo poco a poco por no poder ser correspondida. Ya no sé cuánto tiempo me quede, puede que no más de una semana.

—¿Mueres al no ser correspondida por la persona que amas? —pregunté nerviosa.
¡Voy a morir joven y hermosa!

Ella asintió.

—Así es —le volvió a dar un trago a su gaseosa —. Pero también es porque no podemos estar lejos de nuestro verdadero mundo.

—Pero Sean y yo vamos a la Push dos veces por semana. Debe de ser suficiente.

Negó.

—No es suficiente. Yo creí lo mismo cuando vine por primera vez a la tierra. Pero mi corazón ya no daba para más, así que volví al océano por un tiempo dispuesta a volver, pero al parecer, no fue suficiente y ahora nada más me queda una semana para vivir.

—¿Y por qué no vuelves al océano, Karina?  —preguntó el rubio. Volvió a negar.

—Una vez que llegas a la etapa final, ya ni el océano te puede curar. 

—Y yo que ya me había imaginado toda una vida con Leah. —dice Sean haciendo pucheros.

{🧜🏻‍♀️}

Después de hablar con Karina, regresamos a casa. No saludé, no cené, no hice nada. Solamente subí y me encerré en mi habitación con los Cullen haciéndome preguntas de qué me pasó.
Horas después apareció Jasper e intentó conversar conmigo pero, dolida, le dije que se retirara de mi habitación.

Creo que lo lastimé.

Tenía esperanzas de poder vivir una vida humana por más que supiera que no lo soy, mis esperanzas seguían creciendo a medida que tengo estas piernas. Pero veo que no se podrá, tendré que seguir viviendo bajo el mar, lleno de basura humana.

No quiero que me vean morir, les agarré cariño y sé que ellos a mí también. Pero no quiero estar sola por siempre.

—¡Agh, no sé qué hacer! —susurré agarrando mi almohada y poniéndola sobre mi cabeza y ahogando un grito ahí.

Tiempo después, exactamente una semana, me enteré que Karina falleció aparentemente por un infarto.

La habían encontrado muerta a las orillas de la Push con una cajita entre sus manos y dentro de este tenía un anillo de perla, le iba a proponer matrimonio y con lágrimas en sus ojos, falleció. Había muerto de corazón roto para los que sabíamos la verdad.