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—¡No le entiendes Aoi! ¡No soy fuerte!— con las lágrimas cayendo de sus ojos rechazó el abrazo de su amiga que venía a visitarla al hospital.
—Kasumi, cálmate por favor.
Cuando reacciono se sentó de nuevo en la camilla y tapó su rostro avergonzada.
—Yo, lo siento, actúe sin pensar— la peli azul se acercó a ella y la castaña recibió el abrazo que tanto necesitaba.
—Todos tienen algo que los impulsa a seguir— comenzó a llorar en el hombro de su amiga —Yo, sin embargo, me engaño a mi misma para pensar que por convertirme en héroe puedo sanar el dolor de su partida— la abrazo con más fuerza —Solo quise estudiar en la U.A para vivir una vida más independiente, papá no es el mismo desde que mamá murio, todos quedamos tan afectados que la tristeza invadía la casa— se separó de la chica —Yo solo tomé fuerzas de donde ella siempre las sacaba y me propuse alegrar a la familia tal como mamá lo hacía, ella era nuestra luz y no quiera que eso cambie— miro sus pies —Solo me engañaba todas las mañanas fingiendo que todo estaba bien para que papá, los gemelos y el vago puedan tener la misma felicidad.
—Eso, es muy fuerte de tu parte, dices que no lo eres, pero aguantaste más que nadie para ver a tu familia feliz.
—Ahora yo me pregunto, a pesar de que ella estaba sufriendo, a pesar de que mamá estaba enferma ¿También fingía para que nosotros fuéramos felices con la poca vida que le quedaba? Siempre pensé que mamá era fuerte, pero ahora-
—Ella era fuerte— la puerta de la habitación se abrió por completo —Tan fuerte como tu lo has sido todo este tiempo— con lágrimas en los ojos el castaño se acercó a la chica.
—Soy un estupido ¿Cómo no me di cuenta que estabas sufriendo de esa manera?— se acercó a ella —Escúchame— tomó sus manos —Eres las persona más fuerte sentimentalmente que conozco, heredaste todo eso de mamá— la abrazo —No te tortures.
—Hermano, yo no puede salvarlo estando a segundos de alcanzarlo— chocó su frente con el pecho del chico —Tengo miedo Gogo, no quiero perder a nadie más.
—Y no lo harás, estoy seguro que los héroes profesionales se encargarán, no te preocupes, hermanita— acaricio su cabello.
—Vamos a casa, ya te dieron el alta pero tienes que descansar y beber mucha agua— el chico tomó las pertenencias de su hermana.
—Si.
—Yo me quedaré contigo todo el tiempo que necesites— la peli azul acaricio su espalda.
—Gracias, a los dos, realmente no se que haría sin ustedes.
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—Ya pasaron dos dias, y todavía Izuku no me escribe, le dejé una carta diciéndole que me avise cuando despertara y no se si estaba bien.
—Seguro está con muchos tratamientos, estaba muy herido— su amiga le alcanzó un vaso de agua.
—Los héroes profesionales todavía no hablaron nada sobre el rescate de Bakugo— apretó con su mano el vaso que había recibido.
—Me pongo en tu lugar, debes sentir una gran impotencia y frustración pero los doctores dijeron que no te esfuerces pensado mucho en lo qué pasó ni haciendo trabajos pesados— encendió la tele —Así que relájate porque si no te van a tener que inyectar tranquilizante para que no hagas ninguna locura— bromeó.
—¡¿Qué sucedió?!— se exaltó al ver la ciudad destruida en las noticias.
—Es All Might...
—Entonces, ¡Fueron a rescatar a Bakugo!— se asomó por la ventana del departamento —¡Están evacuando a la gente a una cuadras de aquí! Debe estar él— agarro un abrigo dispuesta a salir de casa.
—Kasumi ¡No!— su amiga agarró su brazo pero ella se zafó con rapidez.
—¡Enana!— el castaño entró al departamento abriendo con desesperación la puerta.
—¡Gogo!— tomó la mano de su hermana para salir corriendo del lugar dejando a la peli azul confundida.
—Amigos policías me avisaron que el secuestrado y cinco estudiantes más de la U.A están en la comisaría central.
—¿En serio?— habló con felicidad —Espera— frenó confundida —¿Por qué los chicos están en este lado de la ciudad?
—Sucede que sin permiso quisieron rescatar a Bakugo.
—¡¿Qué?!— apenas llegaron a la comisaría la chica entró encontrándose a los cuatro chicos, Iida, Shoto, Kirishima e Izuku con Momo.
—¡Kasumi-san! ¿Ya estás mejor?— el peli verde sonrió al ver a la chica.
—¡Estupido!— el puño de la chica impactó contra la mejilla de Midoriya —¡¿Cómo se atreven a hacer un rescate súper secreto sin mi?!— miro a los cinco.
—Bueno tan secreto no era, toda la clase lo sabia— hablo con nerviosismo el pelirrojo.
—¡¿Qué?!— una vena se marcó el la frente de la castaña.
—Es que tenías que hacer reposo en tu casa— cometo el bicolor.
—Además se dio todo en el momento— agregó Momo.
La chica soltó un suspiro.
—¿Sabes? Tu personalidad se parece un poco a la de Kacchan a veces.
—¿Ah?
—Nada, nada, solo que nosotros ya nos tenemos que ir— Kirishima tomó por el hombro al peli verde para que no siga hablando de más.
—Está bien, pero de esta no te libras, Midoriya— miro amenazante al chico.
—¡Hermana, por aquí!
—Voy— siguió a su hermano entrando a una sala donde se encontraba el rubio.
—¡Bakugo!— torpemente llego al chico y lo abrazo, pero este no reaccionó, se quedó allí parado con la chica colgada de su cuello.
—Tuve miedo Kasumi...— susurro en el odio de la chica para recibir su abrazo débilmente.
—Yo también ¿Sabes?— sus ojos se aguaron —Pero fuiste muy fuerte.
Él no dijo nada más. Luego de un rato se separó de la chica para caminar a la salida sin siquiera despedirla.
—Adiós— observó como el chico se iba.
—¿Listo?— se acercó su hermano.
—Hm— contestó sin ganas —Vamos a casa, los doctores dijeron que tengo que hacer reposo.
—¿Cuándo me lo vas a prestar?— sonrió con travesura.
—No te hagas ideas tontas, solo somos amigos— se cruzo de brazos.
—Con Izuku también y yo no te veo abrazándolo, más bien le diste un golpe.
—Tsk, eso no te incumbe— se alejo de él para llegar primera.
