NUBES | Bakugo Katsuki

quince

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—¿Por qué lloran?

—Es que, el, el perrito goma— lloriqueo Ryu.

—¡El se rascó y se borró!— el rubio eléctrico abrazo al niño también llorando.

—Pero— suspiro —Ya paso, el perrito goma está bien porque ya no se va a rascar más ¿Entendieron?— tomó su entrecejo.

—Y tú— apuntó a su hermano mayor —Más vale que tengas una explicación con lo que le sucedió a Shiro.

—Bueno, puede ser que se haya puesto irritable entonces lo, yo-

—¿Tu?

—¡Ahg! Lo hice dormir.

—Ajá.

—Si, bueno, lo noquie ¡Pero fue por una buena causa!

—No está bien Gogo ¡Por All Might! Eres mayor de edad y estudias ¡Medicina! ¡¿Cómo es qué?! ¡Ahg! ¡Ya olvidado! No vale la pena— alzo a su hermano inconsciente.

—Vamos Ryu— Gogo tomó la mano del pequeño.

—Perdón por no poder pasar tiempo con ustedes chicos— le hablo a sus amigos.

—No te preocupes, Kasumi-san, el próximo fin de semana podremos salir de vuelta.

—Claro, gracias Izuku, chicos, nos vemos— les sonrío para acercarse al rubio.

—Gracias por aguantarte todo esto, no hacia falta— intento besar su mejilla pero este comenzó a caminar a su lado.

—Todavía no te despidas, te acompaño a tu casa— puso sus manos en los bolsillos.

—No es necesario, voy con Gogo y los niños.

Él no contesto.

—¿Vamos?— preguntó el castaño que los estaba esperando en la salida.

—¡Si! Por cierto, Gogo, él es Bakugo, mi, mi-

—Su novio.

—¿Qué?— susurró mirándolo sorprendía —Bueno, él es Bakugo Katsuki, Bakugo él es mi hermano Gogo Shiroi.

—Un gusto Bakugo— sonrió el ojiazul —Ya lo sabía.

—¿Qué?

—Pff, todos los días entrenabas con él y es obvio que no eran solo compañeros, enana.

—Así que todos sabían que era mi novio menos yo— susurro.

• • •

—Aquí es.

—Gracias por acompañarnos, Bakugo— la castaña iba a despedirse de él.

—¿Por qué no pasan? Podemos cenar juntos si quieren— ofreció el mayor.

—Gogo— lo miro de reojo —Mejor tu sube con los niños, yo voy a arreglar algunas cosas con mi NOVIO— re marco la última palabra mirando al rubio.

—¿Qué tienes que arreglar conmigo?— cuando el castaño se fue, la agarro de la cintura atrayéndola a él.

—No te hagas el galán— hablo enojada alejándose de él —¿Desde cuándo eres mi novio?

—Desde hoy.

—Así no funcionan las relaciones, Katsuki— suspiro.