Greedy ~Shawn Mendes~

20

Ya estaba un cincuenta por ciento lista. Ya maquillada y peinada, aunque eso no le quitara los nervios de cómo se iba a ver. Nadie que no fuera ella, un personal shopper o diseñador había escogido sus vestidos para esta clase de eventos; Aunque en estos casos era un poco "irrelevante", ya que solo era un baile escolar celebrando una estación del año que pocos agradaban. Solo que no dejaba su importancia al ser de una de las escuelas más prestigiosas del estado de Nueva Jersey.

...

Llegando a la gran tiendo, esperando encontrar a Shawn. No lo hacía, no sabía por dónde empezar.

–Cookie, aquí-el alto hace seña con un vestido pomposo colgando de su mano izquierda-

Sabía que era él, sólo él la llamaba así .
Caminó rápido para no arruinar su peinado ni sudar su maquillaje, quería hoy resaltar. No para los demás, ni pera ella...para él.

–No hay tiempo se nos hará tarde-estaba ansioso-

Meanwhile in the Dressing Room...

-Shawn-dice con pena-

-Dime-dice de inmediato desde el otro lado de la cortina-

-No, entra-el castaño abre los ojos sorprendido-Por favor, te necesito.

En menos de ocho segundos una infinita cantidad de imágenes provocativas pasaron por su mente. Como si una de sus tantas fantasías se fuesen a cumplir.
Hasta que lo único que ve es la pequeña batallando con el cierre invisible tan odioso del vestido para este poder ser modelado. Creando un poco de desilusión en él.

–Oh, era eso-dice risueño-

–¿Qué más iba a ser?-dice mal humorada-Oh-se sonroja recapacitando lo que había dicho anteriormente-

–Sí-dice riendo-Déjame.

Con ambas manos tan grandes, junto al cierre lo trataba de subir con la mayor delicadeza para que este no se rompiera.
Aunque, al estar ya por un camino corto de recorrer para dar el "Ya". No puede

–¿Qué ocurre?-se altera la chica-No me digas que...

–No estás gorda.

–Pero, no cierra-dice con pena-

-Es el maldito cierre. No tú, tú eres divina-dice volteándola de la cintura-

La castaña seguía con su mirada y perfecto delineado de gato tan característico de ella. Viendo hacia bajo, si entiendo se pequeñita, de la vergüenza que sentía. Hacia mucho tiempo no se sentía de tal manera y mucho menos frente a alguien.

-Ey, mírame-la toma de su barbilla con delicadeza-Eres bella, no tiene porque ser este. Te puedo buscar otro sin problema.

-Pero...se nos hará tarde.

–Lo mejor para el fin. Ya vuelvo.

El alto muchacho se va corriendo despelucando se un poco. Buscando lo más rápido posible un vestido para su acompañante. Estando un tanto perdido en los pasillos, sintiendo un poco desesperando por el tiempo. Porque entre más tiempo se taraba da más tiempo su chica se iba sentir mal.
No podía permitir eso pasar.
No sé fijo en las tallas ni el color, sabía que con lo que sea él la iba a ver siempre como una reina. Su reina, la que lo salvó de su vida como mendigo.
Encontró uno de un color muy lindo y perfecto para la ocasión...o eso creía.

Volviendo a los vestidores, la ve sentada en el piso.Mirándose hacia el espejo. Con pocos ánimos.

-Quita esa cara. Que aquí está tu hada madrino-apenas dijo eso logró sacarle una risa-así me gusta.

-Si eres ocurrente-dice negando y riendo-

-Si quieres me salgo para que...

-Descuida con tal y solo voltees esta bien.

-Bien-dice tan cuál niño obediente-

No tardo mucho al oír el "Ayuda, por favor". Donde inmediatamente volteó y le subió el cierre con delicadeza, pero tan bien le quedaba el vestido que no tardó ni quiera el abrochar al final.
Tal y como si fuese hecho exclusivo para ella. Ese azul tan suave y delicado.
Se veía como la cenicienta pero morena. Con ese cabello largo castaño; en una cola alta que le lucen tanto. Le queda un poco largo, pero eso hacía que para él se viera mucho más que adorable ante sus ojos.

-Wow, te ves-estaba sin palabras-

–Gracias, tú también.

Se quedan embolados por un momento viéndose el uno al otro, olvidándose del baile que los esperaba.

-¿Van a pagar o solo piensan modelar?-les interrumpe una mala cara como empleada-

...

En auto coreaban las canciones, parecían dos artistas estrella cantando la mejor canción del año. Tal y como si fuesen escritas por y para ellos, Así hablara de unas vacas, de alguna manera les llegaba un recuerdo a la mente; se lanzaban miradas y la sonrisa no faltaba en sus rostros. Se podía notar como disfrutaban del momento sin haber llagado al preciso. En el que realmente se supone que se están dispuesto a celebrar y disfrutar.

-Es mi primer baile-dice estacionándose-

-¿Qué?-queda perpleja-¿En tu escuela no habían?

-Sí, simplemente que yo nunca iba. De solo pensar en invitar a alguien me moría; era muy tímido para ese momento. Más bien que loco que me hayas dicho para venir.
Sin contar que también tenéis que ponerme me traje-have cara de fastidio-Vine por ti, porque me invitaste y no te iba a decir que no. A ti, creo que no podría.

–Te prometo que hoy la pasarás muy bien. Yo me encargaré de eso, pero tampoco son un big deal. Vamos-iba abrir la puerta del apuro y tenia seguro-Atrapada.

-Shawn se ríe-nada de eso ni Lady.

Se baja del auto haciendo cómo hace años.
Le abrió la puerta, el tomó con gentileza de la mano y al bajarse le ayudó a acomodarse el vestido.
Estaba trancando de ser lo más detallista con ella. Era a la vez lo más y menos que podía hacer.

Entrando por la puerta principal se podía ver todos los atuendos caros que se lucían, flashes por todos lados, luces, brillos, música. Parecían más los premios de una gran alfombra roja, donde no fue inevitable que cayeron unos pares de miradas encima de la pareja. Viendo al completo desconocido que le sacaba fácilmente seis cabezas a la castaña.

Como si nada. Pasaron, hasta llegar a la biblioteca convertida en recepción. Inspirándose en el Ateneo Grand Splendi, de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Solo que claramente se diferenciaba, el tamaño, tono de luces y donde era todo menos silencio.

–Quita esa cara de asombro Raúl.

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#ProyectDW