Greedy ~Shawn Mendes~

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—Aquí tienes tu batido de mango-Dije entregándoselo-

–Gracias.

—Así que cuéntame de ti-Digo mientras me siento en una banca-

–Pues, me llamo Shawn Mendes, me mudé de Canadá y tengo diecinueve años. ¿Y qué hay de ti?-Dice viéndome-

—Pues me llamo Ariana Grande, tengo dieciséis años y casi te atropello por accidente-Digo riéndome, mientras el tenía el rostro algo confuso-

–¿Tienes dieciséis?

—Este sí-Digo algo incomoda-¿Por que?

–No por nada, sólo que manejas un auto increíble y parecieras que tuvieras unos veinte-Dice viéndome completamente-

—Que te puedo decir, me cuido.

Nos quedamos hablando; aunque, no quiera admitirlo un agradable rato, hasta que nos dimos cuenta que ya iba a anochecer.

—Me tengo que ir a casa-Digo apresurada-ya es tarde, son casi las siete-Digo viendo mi reloj-

–Déjame acompañarte.

—No es necesario-Digo para no sonar extraña-

–Tengo que acompañarte, digo ya va anochecer, te irás caminando y para agradecerte lo del batido-Dice levantándose mientras yo me hacías la pensativa-

—Está bien.

Íbamos caminando al mismo paso mientras lo guiaba hacía mi casa, no emitíamos palabra alguna. Lo cual era incómodo. Ya llevábamos unos quince minutos y faltaba la mitad de camino.

–¿Vives tan lejos?

—Se podría seguir que si, si no tienes auto-No recibo respuesta-

Al llegar a la puerta de mi casa Shawn tenía la boca abierta de la impresión y de lo grande que era.

—Te van a entrar moscas-Digo riendo-

–Oh Disculpa-Dice apenado-linda casa-Dice con algo de timidez-

—Gracias, ¿Necesitas algo?

–No, gracias. Además ahora tengo que ir a casa, tengo trabajo mañana y tú escuela.

—Bueno, un gusto en verte y en verdad perdón

–Te dije que descuida-Dice riendo-y gracias por el batido.

—De nada-Dije mientras entraba a mi casa con Diamond y este empezó a ladrar-¿Que ocurre?

No parada de hacer ruido y miraba en dirección de Shawn que estaba parado enfrente. Si seguía así iba a tener una tonta queja de los vecinos.

–Creo que quiere que me despida de él- Dice Shawn riendo mientras se acerca- Adiós amigo-Dice sonando su cabeza-Y para ti también, otra vez-Provocando una risa de mi parte-

Al fin pude entrar a casa exhausta y de no querer ver a nadie, jamás había sido tan agitador ser hipócrita.

–¿Donde estabas?-Dice mi padre asustándome, sentado en su sillón-

—Salí a hacer ejercicio-Tratando de sonar obvia

–¿Hasta tan tarde? Son casi las ocho-Dice enarcando una ceja-

—Sí, solo que fui por un batido.

–Sabes lo peligroso que es, estabas sola.

—Estaba con Diamond-Digo viendo cómo daba vueltas-

–No es ninguna broma Ariana.

No quería seguir dando ningún tipo de explicación por lo que di la típica y barata excusa de tener "sueño".