Historia terminada.
6 artes.
La edición es sumamente lenta porque la autora está escribiendo otras historias.
Pido perdón 🤪
Hinata es un médico residente de Urgencias, los turnos extenuantes y el trabajo duro han hecho que pierda de vista algo impo...
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Akaashi iba en el ascensor memorando su noche, no tenía planeado que las cosas dieran ese curso aún, pero estaba fascinado, le gustaba Osamu y tenía muchas ganas de contarle a Hinata como había salido su cita.
Agradeció tener una llave de repuesto, ya que le había pasado a la suya a Kageyama; creyó que el par aún estarían fuera ya que no se veían desde hace un tiempo, pero su sorpresa fue verlo limpiando el desastre de botellas que habían en el piso.
—¿Qué sucedió? — le preguntó Keiji mientras se sacaba su abrigo.
Tobio no podía decirle por petición del mismo Shouyo, así que tuvo que modificar un poco sus palabras.
—Salimos, pero como uno de los dos tenía que conducir no podríamos beber con libertad — respondió levantando una botella de soju y la ponía en una bolsa — Por eso después decidimos venir acá.
—¿Seguro? — le interrogó Akaashi, ya que no estaba convencido, presintiendo que algo le escondía.
—Si — Kageyama trató de parecer creíble.
—¿Dónde está Hinata? — se acercó para ayudarle a ordenar.
—Bebió demasiado, así que lo tuve que ir a acostar.
—¿Tú no bebiste?
—Solo un poco — contestó guardando el último envase vacío.
—Deberías quedarte, afuera el clima se puso más helado, creo que nevará — le ofreció Keiji.
—Gracias pero Tooru me está esperando en el hotel, ambos llegamos ayer y no nos habíamos visto desde hace algunos meses...
—Oh~ ya entiendo~ — le molestó el mayor, y el otro entendió el mensaje detrás de sus palabras.
—Voy a pedir un Uber — Tobio se sonrojó ya que se vió descubierto — Dile a Hinata idiota que mañana pasaré a buscarlo temprano, dijo que quiere que lo acompañe al Hospital a ver a una niña que se llama Flor.
—Ella estará muy emocionada de conocerte — se sentó en el sillón — Es tu admiradora número uno, Hinata hace un tiempo le regaló la camiseta de Adlers y seria bueno que le dieras tu autógrafo.
—Lo haré — sonrió — Creo que llevaré algo más.
Se quedaron charlando unos minutos hasta que el conductor le avisó que había llegado, se despidió y le avisó que llegaría al desayuno.
Kageyama sintió la percepción térmica del frío al llegar al primer piso, tenía puesta su chaqueta y un gorro de lana verde petróleo que le había regalado Oikawa. Extrañaba a ese idiota y lo amaba por supuesto, llevaban tres años de relación y su vida como pareja era difícil muchas veces por el tiempo que debían estar separados. Ya que el pelicafé vivía en Argentina y él en Italia; pero ambos habían sabido llevar ese amor acorde a sus agendas, aunque Tooru era quién organizaba todo la mayor parte, él viajaba muchas veces a verlo o viceversa.
