📍 Capítulo 8 📍

33 9 16
                                    

Diría que nuestras voces encajaban al unísono conforme la conversación avanzaba y ocurrían momentos cursis como terminar la frase del otro y reír luego de terminar.
Cada momento que pasé con Bokuto fueron mágicos, sus anécdotas son curiosas, como esa vez en la que dejó caer un panqueque en la pecera de su casa, su hermano lo regañó demasiado.

Él es alguien misterioso, poco común suena mejor.

El retrato que quería sobre Bokuto era para recordar que fue real y que alguien había posado sus ojos en mí. Aunque sea fugaz, me gustaría saber que estuviste acá.

Bokuto estaba sintiendo como los nervios subían a su cabeza y bajaban hasta sus mejillas, el ardor de sus mejillas se dejaba ver, Akaashi lo veía directamente, justo lo que él quería. Es algo dulce si Bokuto no muriera por abrazarlo todo el día sin parecer un extraño, podría Akaashi soportarlo o solo lo alejaría por miedo.

Varios pensamientos rondaban por la cabeza de Bokuto mientras Akaashi dividía su atención en las facciones de Bokuto para dibujarlas delicadamente sobre el papel raso, no paso mucho tiempo para que Bokuto se impaciente de esta forma, Akaahi lo veía tal y como él quería pero hacía falta algo.

- Akaashi, ¿Soy Lindo?

Akaashi lo pensó y llevo su dedo a su labio inferior diciendo — si pensamosracionaomente las cosas diría que eres un ruidoso así que eso te quita un punto, tienes tanta energía que eres difícil de controlar, siento como si en cualquier momento estuvieras a punto de quemar mi casa, supongo que serías un 6.

— ¿ Y para ti ?

— ¿Para mí? — duda por un segundo, — Eres un nueve.

- ¿Por qué no soy diez, Akaashi?

— Otra persona ya ocupa el diez.

— ¿Quién?

— No lo sé, solo lo vi una vez.

— ¿Por qué es tu diez? - una mueca se avecinaba

— Supongo que es por su... — hace una pausa y lo piensa con cuidado — manera de cuidarme hace mucho tiempo atrás.

Un leve quejido se escuchó salir. Akaashi se estaba riendo de Bokuto, ¿cómo podía ser tan expresivo? — jaja.

— No te preocupes, mi atención ahora está sobre ti — sujeta con fuerza el boceto — he terminado, te ves feo, te moviste demasiado.

— sé que lo haces todo bien. No creo que algo hecho por ti acabe estropeado.

La incomodidad de Akaashi se dejaba ver cubriendo sus ojos con las yemas de sus dedos y bajando lentamente hasta sus mejillas — no me gusta lo que dices - expresa con temor.

- Cambiemos de tema. - Bokuto se acerca un poco a Akaashi recostando su espalda en la madera del drago y posicionando hombro con hombro.

- Bien, dime ¿Qué te hizo venir al país del Sol?

Ambas cejas de Bokuto se levantaron dudoso de su respuesta dice - Diría que me intereso el País completo, pero la verdad es que lo hice por ti.

- ¿Por mí?, estás mal, no te conocía antes.

- Lo digo enserio, te veía pintar por la tarde.
- Bokuto, no trates de hacerte el gracioso.

- No lo hago, voy en serio.

- Eso es acoso, estoy asustado.

- No lo es, no me temas. No quiero hacerte nada malo sin tu consentimiento.

- ¿Qué? - Las mejillas rojizas se dejaban ver

- Nada - Se detiene -, escucha sé que suena loco, pero debes creerme. Te conocí hace un par de años.

Intervención Divina • BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora