📍 Capítulo 5 📍 Mucho texto, más bokuaka :)

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🌼 Akaashi 🌼

No me considero agraciado físicamente, mis brazos son delgados tengo piel pálida tengo estatura promedio me disgusta el alboroto y me atraen las plantas, árboles y pequeños animales que vivan en estas. Soy versátil pero no muy conversador.

¿Alguien querrá a este desastre?


...

Estoy salvado. Tengo una familia muy buena, creo. Me han librado de contraer matrimonio a tan temprana edad con el pretexto de que aún soy inexperto en el ámbito profesional y para casarme debo ser un hombre fuerte y proveer protección e igualdad hacia mi futura familia. Por suerte estaré libre de futuras citas hasta dentro de cuatro años si de un tiempo corto hablamos. Mi plan es evitar el amor a toda costa, disfrutar de mi juventud, correr en un campo, nadar en un río, buscar caracolas, investigar plantas, aves y reptiles. Un gran camino me espera.

Hacía dos semanas atrás había emprendido mi viaje. Salí por la mañana en horario normal, la razón por la que un noble puede salir sin protección es debido a que ningún ciudadano sabe con certeza tu identidad. Todos respetan eso, nadie quiere ser acosado mientras quieres salir al mercado por una piñas. Nuestro pueblo es muy respetuoso.

Hoy tenía que hacer el mercado me quedaba sin provisiones. Mis reservas de kiwi se agotaron y para mi son tan esenciales como el agua.
No detestaba salir al mercado central las personas le daban el toque filas de puestos cubiertos con la sombras de los árboles, respirar aire fresco, muestras de quesos gratis de las granjas vecinas música en vivo en la plaza del centro en un pequeño escenario rodeado de bancas blancas para disfrutar el día con tus amigos.
Pensar en amigos me hace sentir solo, no soy la persona más amable del mundo pero no soy grosero, es solo que no me gusta hablar demasiado. Posiblemente sea que el ambiente y la persona. Muchas veces prefiero ser solo un espectador, pero también quisiera tener a alguien para mi que escuchará mis idioteces y las apoye.

Dejemos de soñar. Busquemos los Kiwis.

La venta de kiwi está donde mismo, la misma señora linda de siempre con arrugas en las arrugas que me trata como a su hijo le da el encanto a mi día.

-Mis ojos ven un ángel o es que estoy muerta ya- ella hace la misma broma desde hace dos semanas. Le rio gentilmente.

-El ángel acá eres tú, Marina. - doy la misma respuesta dsede hace dos semanas.
Hacerle un cumplido no me efecta, es más ella lo merece por ser tan amable.

- ¿Tienes listas las tres docenas de kiwis, Marina?- busco acercarle la canasta para poder llevarlos conmigo.

Aún queda tiempo antes del almuerzo debería dejar las compras en un casillero comunitario. Necesito tiempo para pensar y buscar lugares diferentes para pintar.

Mis ropa no eran las mejores pero entre más simple mejor, ¿no?

La plaza central era muy tranquila no pasaban tantos alborotos, el ambiente era encantador, pájaros en nidos cantando pacíficamente, polvo de hojas secas, olor a tierra mojada, árboles muy altos, clima cálido, era un buen día para visitar el lago. Mis pies caminaban al compás de la música de la plaza que a medida que avanzaba se quedaba sorda el alivio y la paz que sentí me llenó. El pasto amarillo verdoso se dejaba ver con el cambio de estación, cada vez que me acercaba más al lago más veía pequeñas charcas de agua con pequeños renacuajos apenas empezando su ciclo de desarrollo.

Intervención Divina • BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora