📍Capítulo 11 📍

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Bokuto había salido corriendo apresurado hacia el lago del respetable señor Pez.
¿Por qué?

Habían cometido un error, era imposible que su hermano a tan solo unos días de su partido del reino de la luna fuera a casarse con alguien y sobre todo en tan poco tiempo.

Bokuto no quería regresar, temía que sus actos imprudentes le llevaran otra condena por desobediencia. Su familia lo toleraba, el problema eran los altos rangos.

La familia de Bokuto era muy influyente en el Reino de la Luna, hacían los sueños realidad, o al menos los que podían, sus generosos aportes a la sociedad habían hecho un 73% más felices a sus habitantes, aún así la personalidad descuidada de Bokuto era lo que más enfadaba a los fans de su Familia.

Muy claro, ellos no son perfectos, pero para simples espectadores era muy fácil sacar una conclusión.

Bokuto no quería recibir críticas aunque así fueran por unas horas durante la boda o ceremonia, temía de su capacidad de sobrellevarlo, además debía llevar a Akaashi. Si no eran cercanos desde hace mucho para Bokuto es un pilar más en su vida.

- Señor Pez he venido porbun favor, salga ya. - Bokuto saca sus zapatos adentrándose al lago en donde el agua fría llegaba a sus rodillas.

- De nuevo vienes, qué molesto.

- A mi también me agrada volver a verte. - dice.

- Bien señor Pez, puede decirme qué pasa con esto: - Bokuto extiende la carta y la acerca lo más posible al pez

- Ya haz de saber leer. ¿Qué pasa?

- ¿Es verdad? - es decir, cómo mi hermano que es un aventurero decidió sentar cabeza junto a alguien y madurar -

- No lo sé, el reino no puede esperar poe conocer a su prometida o prometido, sabes que Hiro es muy impredecible.

- Crees que puedas enviarle un mensaje por pez exprés o algo así a mi madre - Te lo pido, quiero llevar a Akaashi conmigo, él estaría encantado de ir.

- Lo haré para que pueda volver a dormir. - el pez se hunde y lo pierdo de vista.

Bokuto no podría estar más feliz, Bokuto al fin tenía un hogar junto a Akaashi al que debía regresar ahora mismo para llenarle de mimos y cariños.

La razón de ser es simple, ahora es feliz conviviendo con Akaashi.

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Una vez en la puerta con gotas de sudor sobre su frente y unas flores amarillas que Bokuto se robo de algún jardín y dirigiendose a su nueva casa este escondía las flores tras su espalda mientras le preguntaba a Akaashi.

— Adivina que tengo para ti.

— No lo sé.

— se más entusiasta, si adivinas se te recompensará con un abrazo.

— Puedo abrazarte cuando quiera.

— No esta vez.

— Bien, no vuelvas más.

Ningún ruido fue hecho por ambos. 

— Akaashi es para ti, por favor adivina qué traje.

— Si yo gano, me dirás a dónde fuiste y por qué tienes una carta con sellos extraños y brillantina, si eres sincero te daré un beso en la frente como bono extra.

— pides demasiado. ¿Qué gano yo?

— Lo que quieras, nada raro. Ni mucho más que un beso.

— Acepto. ¿Qué piensas que son?

Akaashi finge estar desconcertado llevando las manos a sus mejillas, da un masaje circular asiente y pronuncia. — Son flores

— Tú lo sabías todo, ¿no?

— Eres fácil de leer, Bokuto, además puedo ver la tierra en tus rodillas y mejillas. —Bokuto bajó la vista y así era, él tenía rastros de tierra por todos lados —, ven conmigo vamos a lavarte.

Akaashi se dirigió hacia el baño tomando gentilmente la muñeca de Bokuto, en la entrada, gira la perilla y voltea hacia él. —, Aún no voy a darte el premio, tenemos que hablar más.

Akaashi tomo impulso y se elevó sobre sus puntas logró llegar hacia poco más arriba de la frente de Bokuto y le dio un pequeño beso.  Inmediatamente bajó y siguió —

— Entra, iré por toallas y bombas de olor. Quieres algo más.

— Si, ven conmigo. Tomemos una dicha juntos.

— No, sabes que no me gusta.

— Solo esta vez, te diré todo. No soy alguien peligroso, créeme. Bokuto arruga las cejas con angustia, aunque él no ocultaba muchas cosas temía que la reacción de Akaashi fuera cerrada y le mandará lejos por ser impulsivo.

— Solo esta vez, regresaré pronto. Iré por las cosas. Mientras ve prendiendo el agua caliente de la bañera. Es pequeña así que no  tardará en llenarse.

Bokuto asintió y Akaashi regresó.

Bokuto esperaba a Akaashi sentado sobre una asiento de madera viejo a la punta de la bañera planeando la línea de tiempo que le diría.

Ajaashi llegó con unos pantaloncillos cortos negros, sobre sus hombros dos toallas desprendidas color verde y un poco de shampoo y bombas de olor.
Entró y lo primero que hizo fue reír al ver a Bokuto sentado casi en posición fetal por hundirse en sus pensamientos.

Entremos ya, se hará noche.

Ambos asintieron y se sentaron frente a frente en la bañera esperando a que las bombas de olor dieran efecto, Akaashi tomaba la mano de Bokuto y entrelazadas lo único que hacían era mirarse  apartar la mirada regresar a verse y seguir el mismo ciclo.

Bokuto se acerco hacia Akaashi y recostó su cabeza sobre el hombro de Akaashi con la intensión de cortar toda distancia.  Estos se quedaron un rato así mientras Akaashi con ambas manos frotaba el cabello de Bokuto esparciendo el shampoo.

La sensación era más que placentera. Ahora mismo necesitaba comunicarle a Akaashi cualquier cosabquebhaya hecho o vaya a hacer.

— Akaashi, por favor escúchame hasta el final.

— Bien, pero déjame ver tu rostro.

— no ahora, puedes verlo después.

— Akaashi, soy muy tonto. Hace algún tiempo me enamoré de ti y en un momento de desesperación por no poder estar junto a ti realice un trato con un Dios caído.

Akaashi tenso sus manos al rededor de los hombros de Bokuto y se limitó a escuchar.

— Ese Dios me engañó y arrebató unos cuántos años de vida de mí, pero nada serio. Tengo los suficientes para vivir contigo otras 10 décadas más. No te dejaría ir tan rápido ahora.

Pero, debes preguntarte el por qué lo hice... bueno no lo sé, solo sentí la necesidad. Perdóname  fui imprudente.

Mi familia es algo importante si puedo decirlo así,  son un tipo de "personas que regalan sueños" no puedo ponerlo en palabras, pero con ayuda de los peces que puedes ver en los estanques cuidan y ayudan a las personas de abajo, nos protegen y envían bendiciones son como un tipo de deidad.

Ahora mi hermano contrajo matrimonio y piden mi presencia pero me niego a ir sin ti, por favor acepta ir conmigo. ¿Serías mi pareja de bodas?

Akaashi no sabía como reaccionar, su nuevo amante había pasado algunas tragedias para estar con él  pero él solo había sido espectador de una parte.

— Está bien, iré pero no vuelvas a hacer nada como eso de nuevo, sin importar que sigamos juntos o no. No quiero que sufras. — Akaashi solo apoyo con fuerza su cabeza al pecho de Bokuto y pasado un tiempo salieron de la tina para poder dormir.


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dios ya no se como terminar, llegó el momento de fimgir que me dio amnesia 🥸 (perdón es que tengo exámenes pre uni y me metí a 5 unis porque soy tan indecisa que no sabía cuál escoger 😃👎🏻 )

deseenme suerte
  

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2022 ⏰

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Intervención Divina • BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora