📍 Capítulo 6 📍

32 13 5
                                    

A k a a s h i ⛓

- No tengo los suficientes materiales para sanar tu dolor de tobillo, ¿crees ser capaz de caminar hasta la plaza central?. Si sientes que no, por favor permite que coloque mi brazo sobre ti y ayudarte a caminar.

Definitivamente estoy soñando, tal como esperaba es alguien amable con un toque suave. Danasaan me siento mal por mentirte pero es la única manera de quedarme junto a ti, por favor perdóname.

- No te preocupes, tengo la fuerza suficiente para caminar. El único problema, soy un extranjero y aún debo encontrar una posada para descansar. ¿Podrías ayudarme? - lo dije seriamente, no es una mentira del todo. Me perdí buscando la plaza y desperdicie mucho tiempo caminando al lago y en círculos. - dijo.

- Ahora no es momento de Preocuparse por eso, si es necesario te llevaré a casa hasta que encuentres un lugar, ya será la hora del anochecer y el clima se pone muy grotesco por acá.

Desconocido de cabello grisáceo quiero pensar que fue mi culpa el que te hayas lastimado por el susto que te di, pero tus gestos no son exactamente de alguien herido, se perecen más a los ojos de un niño apunto de comerse un dulce.
Caminar con junto a un chico mucho más alto que yo me hace sentir pequeño, no como una hormiga pero si me abruma su presencia. Me siento demasiado incomodo sin una conversación de por medio.

- por favor, serías tan amable de decirme tu nombre, sería muy mal educado de mi parte aprovecharme de tu generosidad y no saber al menos algo tan común de ti - se dirigió a mi girando su cabeza unos 180 grados y viéndome desde arriba con mirada gentil. A este pasó terminaré con las mejillas ardiendo de vergüenza, desconocido deja de mirarme así.

- Soy Akaashi, no tengo ningún apodo así que es simple. - decía mientras volteaba a un lugar donde sus ojos no siguieran intentando picar los míos.

- Ni siquiera puedo pensar en un apodo para tu nombre, es curioso.

- no es tan fácil, no estoy consciente de que significa. ¿Tienes alguna idea? - no esperaba que contestará algo ocurrente.

- Me recuerda a un búho de patas rojizas- mencionó.

- Eso sería irónico, no tengo buenas experiencias con los búhos y recuerdo perfectamente uno que casi me mata de manera horrible. - mencione sin ninguna mala intención.

-¿En serio?, mis amigos me dicen que soy como un búho cornudo - dijo el chico - pero yo no quiero causarle la muerte a nadie.

- ¿Cuál es tu nombre?

- Es muy simple. Soy Bokuto pero si tengo un apodo, mi mamá en especifico me llama Boku. Realmente no sé de dónde salió o porque alguien pensaría que es un buen apodo para mi.

Quiero reírme, suena ¿adorable? No, suena graciosos más bien.

- Akaashi, tú también puedes decirme así- Bokuto lo dijo sin pestañear como si fuéramos cercanos, este chico me causa escalofríos pero puedo decir que él es muy agradable.

Entre conversación risas y silencio el camino que en soledad se describía como interminable y tedioso se convirtió en corto y ameno junto a Bokuto parecía que todo era atractivo y fugaz.

- Bokuto, te molestaría hacer una parada, necesito recoger kiwis del depósito de bolsas. - lo dejo sentarse en una de las banca de la plaza mientras el sacude la cabeza de arriba abajo diciendo sí.

Seguí mi camino, nunca me había sentido tan ansioso, era la persona más misteriosa que he conocido. A pesar de haber hablado de camino a acá parece que aún no sé nada de él pero al mismo tiempo siento como si hubiera encontrado algo que perdí hace mucho.

Tomé los kiwis, compré unas avenas de manzana y unas botellas de agua para la cena. Realmente no sé si le gustarán pero definitivamente a todos les gustan las avenas de manzana. Dirijo mis pies hasta las bancas en la plaza y lo veo pasmado.

Es como un niño que recién sale al mundo y hasta un pájaro cantando le parece curioso. Su mirada va hacia arriba observando la luna que se deja ver entre nubes cada vez más oscuras, brillos brotando de sus ojos y sus manos juntas sobre sus piernas agitando los pies de un lado a otro. Es todo un niño.

- Regrese, Bokuto - me acerco a él. -¿Te pasa algo o por qué me ves así? - su mirada ladeaba y era diferente a la mirada de hace unos segundos atrás como si de soledad se tratará.

- No pasa nada, me preocupe de que me dejarás abandonado y tendría que dormir en la plaza bajo esta banca. - respondió poniéndose de pie con un poco de dificultad.

- Entonces no importa, vayamos a mi hogar. Debo decirte que aunque es pequeño hay espacio para ti. - me acerco y rodeo su hombro para ayudarlo y con la otra mano sostengo las bolsas de la compra.

Recorremos un no largo camino hasta mi hogar. Bokuto parecía memorizar cada cale, cada puesto, cada letrero y cada mirada que cruzaba junto a la mía. Perece disfrutar que mi tolerancia de atención es muy baja y siento la cara arder de vergüenza.

- Llegamos a la entrada. Por favor siéntete cómodo de pedirme o usar lo que quieras, Bokuto. - no alargo está presentación y me dirijo a arreglar un lugar donde pueda dormir tranquilo, puedo ver que es muy ansioso.

- ¿Puedo ir contigo, Akaashi?, me da miedo estar solo.- dijo Bokuto con una voz tenue.

- Bien, ven conmigo.

- ¿Podría dormir junto a ti? Si te incomoda lo comprendo pero es mi primera noche lejos de mi familia no tiene que ser junto a ti más bien cerca de ti.

- no veo porqué no, sé como es. Vivo solo y hasta ahora siempre he tenido ese vacío dentro sin poder calmarlo.

El tiempo cada vez se pasaba más rápido como si el destino quisiera acortar nuestro tiempo juntos. No puedo negar que hablamos horas y horas y Bokuto comió la mitad de mis kiwis después de decir que se miraban horribles.
Ambos estábamos en nuestros colchones envueltos en sábanas. Y siento la necesidad de tomar té. Quería que Bokuto también probará mi té favorito así que fui a la cocina.

Tomo los té agua caliente y voy con él.

Mi impresión de ver a un chico completamente dormido en una posición realmente incomoda no tiene comparación. Tiene las sábanas enredadas por todo el cuerpo y esta con el torso hacia abajo haciendo presión sobre su antebrazo. Es malo para tu postura, Bokuto.

Arreglo como puedo el voluminoso cuerpo del chico acomodando su cabeza en la almohada, sábana cubriendo hasta que mejillas rojizas y sus parpados algo rosados por el frío que hacía. Eres como un bebé, Bokuto.

Mi intención era hablar más tiempo contigo pero veo que tendré que esperar por más luego, descansa búho cornudo.

Mis ojos pesan, mis parpados cierran las sábanas se acomodan bajo la forma de mi cuerpo y el sueño profundo se acerca para llevarme al paraíso junto a ti.

🌅 Holaaa 🌅

Espacio para quejas, dudas y preguntas o cosas que puedan mejorar Intervención divina


Eeem quiero dar gracias por el apoyo que Intervención divina ha tenido. Me hacen feliz. Lxs amo 🧚‍♂️

Hasta la próxima actualización.
- samsam

Intervención Divina • BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora