A la mañana siguiente, me recibió Ángela muy emocionada. Me llevó hasta el final de la autocaravana donde habia un minusculo baño con un plato de ducha. Me trajo ropa limpia y me indicó donde había toda clase de potingues propios de chicas. El baño, aunque breve, me sentó de maravilla. La ropa, unos simples baqueros y una camiseta ajustada de tirantes, me quedaban de maravilla. Vi que había maquillaje y me pinté un poco para agradar al grupo. Estaba emocionada de saber que ya no me encontraba sola, pero también de saber como reaccionarían. Tardé mas de una hora en alistarme, me sentía nerviosa y preocupada por la nueva situación, pero al fin me armé de valor y decidí salir. Cuando me asómé fuera de la caravana vi un par de autobuses y caravanas, y en el centro un grupo de unas 20 personas al rededor de una larga mesa con un escueto menú, ya que había que ahorrar comida, y todos se me quedaron mirando. -!BIENVENIDA!- gritaron a la vez. Entonces empezó a acercarseme gente para presentarseme y conocerme, no recordaría ningun nombre aunque me fuera la vida en ello, pero se veían tan emocionados como yo, al menos casi todos... El chico moreno, Romeo, se entretenía jugando con los chicos, y el hombre desagradable me miraba desde lejos, maldiciendo no haber podido cumplir su deseo. Comimos lo que había sobre la mesa y todos estaban muy atentos conmigo. No me preguntaban cosas sobre mi vida personal, supongo que todos tenían una triste historia que contar, y habían aprendido a evitar recuerdos tristes, se limitaban a decirme "come, come no te cortes" y cosas por el estilo. Había una pareja con sus 2 hijos. La mujer se llamaba Clara, el hombre Ricardo y sus 2 hijas Marina y Alba. Tendrían unos treinta y algo años y las niñas unos 6 o 7. También me dijeron que al hombre rubio tan amargado le llamaban Ronald. Había muchas personas a las que habían encontrado abandonadas, gente mayor sin posibilidades de sobrevivir. También había niños pequeños sin sus padres, y un par de chicas que podrían tener mi edad: Sara y Laura. Tras la comida, decidieron recoger todo, porque nos encontrabamos en medio del campo y nunca se sabe cuando se tiene que salir corriendo. Después sacaron bebidas y pusieron música no muy alta y al cabo de un rato todos nos soltamos y empezamos a bailar. Al menos habíamos conseguido evadir la realidad durante unas horas...Pero cuando se vive así, la tensión forma parte de los sentidos. De pronto, de uno de los otros vehiculos empezaron a brillar unas luces parpadeantes y todo el mundo se puso muy nervioso. Todos corrieron hacia los coches y yo no entendía nada. Sentí una fuerte presión en mi brazo y cuando me giré vi que Romeo me llevaba casi en volandas hacia la caravana...
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Sonámbulos
HororAlessandra es una joven chica de 22 años que tras golpearse en la cabeza despierta en mitad la calle habiéndo perdido la memoria. Todo a su alrededor está desolado, aunque pronto sabrá que una extraña enfermedad se a apoderado de la gente provocand...