Familias

Capítulo 7: Momento🎄

Nadie puede negar que en algún punto las cosas cambian, así como la facilidad de identificar sentimientos cuando un evento se repite en la vid: siempre está esa familiaridad que traen consigo algunos recuerdos, tal vez una sensación o algo llega a hacerte esperar que las cosas sigan su curso como en es entonces, y si había algo que por excelencia lograba tener ese efecto: era una fiesta de cumpleaños. Tristemente, esta no se sentía en lo absoluto como algo vivido, ansiado o siquiera agradable, al menos no para Yuugo, quien seguía consciente del pasar de los minutos así como la razón para alterar tanto sus siempre fijos planes, tal vez podían ser o considerarse como algo tonto, y de serlo, a él le importaba un rábano por decir lo menos, todos podían juzgarlo cuanto quieran y aún así nunca dejaría de pensar igual ante tan desagradable anticipo a la tragedia en que se convertiría su vida desde ese día en adelante, y justo ese bendito día, como si necesitaran darle el tiro de gracia, ¿es que acaso no podían tenerle un poco de más consideración?, si iban a apuñalarlo al menos pudieron haber elegido un día de la semana cualquiera, pero no, tenía que ser ese mes y justo ese día... realmente debía de estar pagando algo muy malo como para que su pequeña niña lo deje de lado tan fácilmente, tantos años criando a esa antena desvariante para que lo cambie por un sin chiste que era incapaz de cortarse el maldito fleco, ¿que no le molestaba?, ¿no le picaba la cara o le daba calor?, ¡¿quién en su sano juicio vive con el cabello siempre sobre el rostro?! Alguien que seguramente oculta algo, no había otra explicación.
Inevitablemente, el Glory mayor tuvo que interrumpir sus quejas para reírse un poco ante la plática llevada por Lucas y Emma, cuando ese par de risueños quería dejar en jaque a Oliver era algo realmente divertido de apreciar y sobre todo de aplaudir, más aún teniendo en cuenta que las ocasiones en las que el chico era el banco de las burlas son realmente contadas, y es que ese terco siempre consigue sacudirse de los temas con mucha facilidad sin mencionar que era bastante prudente para no evidenciar sus problemas… aunque él auguraba que estos acabarían siendo de menores ante cualquier descuido de su hermano.

A pesar de permitirse dejar ir su mal humor, Yuugo seguía golpeteando con sus dedos en la mesa, bastante incómodo al ver a su hija estar dispersa y el cuidado con el Dina iba detrás de esta cada tanto para recordarle cosas que él no quería escuchar –aunque igual lo hacia– lo peor es que esas dos ni siquiera tenían la delicadeza de disimular un poco su red de planes maquiavélicos, no era tonto como para no saber que ambas se encontraban con la emoción al máximo, pero eso en ningún momento significaba que tenían que hacer gala de eso o restregarselo en la cara de aquella sinvergüenza manera, llendo de una lado para otro con una sonrisa en los labios, desbordando alegría… si toda la emoción expresada por montones era debido a su cumpleaños entonce si, con toda razón del mundo podían portarse como dos chiquillas en tienda de dulces, pero si era por ese barbajan entonces no estaba dispuesto a aceptar el asunto, ¡ni hoy ni nunca!, si se lo preguntaban, para él, su familia está más que perfectamente bien tal y como estaba en esos momentos: todos reunidos y felices igual que cada año y en cada diciembre, así es como las cosas deberían continuar por muchos años más, su amada familia tendría que permanecer de esa manera siempre, nada tiene por que cambiar... a excepción de su sobrino, ese muchacho necesitaba un cambio con urgencia o una buena tunda, haber si con eso dejaba de tentar a la suerte; desde su niñez Oliver era incapaz de ocultar sus intenciones o sus errores, por ello es que conocía de sobra esa condenada mirada, la misma que siempre lograba exasperarlo, y esa noche no iba a ser la excepción, algo a conformar con la sonrisa de Lucas: el cual obviamente también noto el problema, pero aún así se negaba a llamarle la atención a su hijo, ¿Y así osaba decir que él no era firme con Emma?, ¡vaya atrevimiento!. Jamás iba a negar los muchos detallitos en el carácter de Emma, su hija podría ser muy inquieta y aún más traviesa, pero no era una muchacha desobediente o irrespetuosa a voces como el de beta rojiza. Entre el enorme enojo pasado y la sonrisa bobalicona de su sobrino, Yuugo estaba comenzando a ponerse peor de los nervios, se notaba a leguas que ese infame casi Albino con línea de color tenía una intención fija, fácilmente podía dar por hecho que no tramaba nada bueno, lo sabía, tanto como que seguramente iba a arrepentirse de dar pie a la desgracia contra sus nervios, pero ya no aguantaba ni un minuto más el silencio, así que se aventuró a preguntar: