Familias

Capítulo3: Sorpresas🏵

Después de tantas locuras, al fin se podía respirar calma en el ambiente, aliviando bastante con ello a la joven pareja y haciéndolos pensar que realmente era posible tener una velada tranquila: fue así hasta que volvieron las preguntas irritantes de sus muy indiscretos amigos llamando de nueva cuenta con ellas la atención de Yuugo, quien debía admitir que él mismo se había cuestionado varias de esas dudas pero no lo diría directamente, no se iba a delatar mostrando interés, además, penosamente admitía para sí mismo que no recibiría respuestas fáciles si era él quien realizaba las preguntas.

Por supuesto que tenía la confianza de su hija, pero tampoco sería tan cínico como para fingir demencia a las trabas y negativas puestas sobre la relación de su pequeña, el mismo se encargó de cerrar la puerta a esas conversaciones y lo aceptaba... pero igual tenía mucha curiosidad por ciertas cosas.

Si bien la familia se mudó a la ciudad hacía un tiempo bastante considerable y los jóvenes presentes no solo asistían a la misma universidad, sino que además frecuentaron en su tiempo los mismos colegios: a excepción de Oliver y Norman. Contrario a las suposiciones de Yuugo, ninguna de las amistades en torno a la pareja sabía realmente  algo sobre los inicios o mucha información con respecto a su relación, por lo cual vieron esta, como la oportunidad perfecta de esclarecer algunas dudas. Mayormente abordando el tema de manera lenta con cosas sin importancia soltando algunos comentarios que hacían a la pareja sonrojarse: como las veces en que Gilda fue espectadora de algunos detalles cursis que el azabache tenia con quien ella sin duda alguna consideraba su mejor amiga, algunas preguntas directas sobre la forma de sobrellevar su relación amorosa ya que ambos jóvenes contaban con bastantes responsabilidades: desde las escolares, laborales, actividades extras, pasan tiempo con sus amistades, ya fuesen en común o propias, sus familias, y pese a todo ello, básicamente parecían estar casi todo el día juntos, ni una sola vez los escucharon los han escuchado quejarse ni reclamar sobre falta de atención o tiempo. Cuando sus estudios tomaron un rumbo más flexible podían entender que encontraran el tiempo pero a estas alturas era algo curioso, no lograban entenderlo del todo, y siendo muy honesto, Yuugo también tenía las mismas dudas.

Desde que aquella inesperada situación se dio en su familia, el de betas blancas no lograba encontrar una explicación, estaba seguro sobre el comportamiento de su única hija, no faltaba a ninguna de las reglas impuestas en su hogar, y él no era en absoluto un padre libertino o despreocupado que le permitía a su hija andar vagando sola por la calle casi todo el día, Emma era una niña de casa y de familia unida, ciertamente ha logrado mantener tanto la confianza de su esposa como la suya puesta en su persona, por eso aceptó (más a fuerzas que de ganas) dejarla salir con el niño Grace, al menos por un tiempo considerable antes de tomarlo como una relación seria y permitirle la entrada a su hogar para conocerlo ellos también, así que si, él mismo mantenía una curiosidad latente sobre un tema que incluso su amada esposa se negaba a tocar con alguien que no fuese la misma involucrada en este.

Curiosidad también presente en cierto albino, aunque a decir verdad lo calificaría más como cierto grado de frustración por la falta de conocimiento sobre ese tema en general, Norman podía ser cercano a Ray o tener su confianza, sin embargo él azabache siempre puso total resistencia a soltar detalles sobre su amistad y relación con su actual novia, y aún después de presentarle a la pelirroja el muchacho se negó a dejar la postura puesta sobre su privacidad fuese la situación que fuere, incluso cuando salían en grupo la pareja parecían tener su pequeña burbuja privada. Y teniendo en cuenta sus pequeños altercados en esa noche, Norman definitivamente no pensaba dejar pasar oportunidad de incomodar a Ray, aunque era muy consciente del alcance de esa decisión, bien sabía que él azabache se podría, o mejor dicho, iba a desquitarse de manera vil cuando menos se lo esperara, y a sabiendas de ello, él seguiría preguntando.