Capitulo Quince

102 28 4
                                    

Plann

Cada palabra que he dicho ha sido a conciencia, no sintiéndome arrepentido por ello puesto que además de sincero, han sido dichas porque así las siento en lo más profundo de mi mismo.

Si dejo el pasado a un lado, ese en el que simplemente cogía mi maleta y me marchaba para dejar atrás cuanto estaba destrozando nuestra relación, se que podemos ser felices. También se que la decisión no es solo a mi cuenta, teniendo Mean mucho que decir aunque por la forma en la que me está mirando no tengo nada en claro y eso me empieza a preocupar.

— ¿Puedes decir algo y dejar de hacer que me sienta estúpido esperando mientras me miras como si hubiese dicho una locura? —le pido.

— Has dicho una locura para la que tengo mil respuestas que ni se cual darte —suelta lo que entre sus manos tiene, acercándose —no tengo ya ni pizca de hambre por esas palabras que has dicho Plann.

— Podrías empezar a darme una única respuesta —le detengo antes de que se acerque mas —no te voy a pedir que te cases de nuevo conmigo no te preocupes. Es bastante precipitado teniendo en cuenta todo.

— ¿Qué respuesta?

Separando ahora mis labios dispuesto ha responder a su pregunta con lo que en mente y corazón tengo, me quedo callado más que nada por la llamada que de pronto salta en su móvil, no teniendo más opción que esperar mientras responde y habla con quien sea tan capaz de interrumpirnos.

El silencio así como la conversación duran tanto que me siento incomodo, viendo los cambios de expresión de Mean en la brevedad de la misma, así como lo rápido que en pie se pone, deteniéndole cuando va a salir de aquí, a dejarme solo estando de pronto tan alterado.

— Era Perth —poco a durado su amabilidad —tengo que irme Plann pero después hablaremos lo prometo.

Esta vez si sale, después de soltarse del agarre con el que le estaba manteniendo aquí conmigo. Verle marchar de esta forma, dispuesto a irse con Perth en lugar de quedarse conmigo, dejando mis sentimientos y cuanto he expresado tan rotos y pisoteados que parece que ya da igual, me deja en un estado que rápidamente pasa al enfado, a tener claro que pienso poner en claro que Perth nunca estará con Mean, que le deje tranquilo porque de ninguna forma yo aceptaría ya que ellos dos estuviesen juntos.

Saliendo del lugar, dándome igual tanto la comida sobrante como cuanto he preparado, sigo corriendo lo más rápido que puedo a Mean.

Salgo de este lugar tomando ese camino por el que ha venido guiado por ese traidor que ya no sabe ni que hacer para llevarse a Mean a su terreno, no contando con lo mucho que me cabrea que así sea.

Le veo a una distancia bastante amplia de mi, corriendo tan rápido que por mucho que yo también aumente la velocidad de mis pasos se que llegaré tarde ahí donde sea que va ahora mismo, a encontrarse con él.

Mis pasos son firmes, rectos, tan decididos como mi predisposición ha encontrarles y detenerles y por ello me mantengo a este ritmo, llegando al final de este lugar, viéndole todavía a lo lejos y casi como un borrón, enfocándole lo suficiente para comprender que se ha encontrado como bien pensaba con Perth.

Acelerando en la poca distancia no solo les alcanzo llegando hasta ellos, sino que también me abalanzo hacia Perth, casi llegando a dejar marca de mi puño en su cara de no ser porque Mean me detiene rodeándome con sus brazos.

— ¡Suéltame! —grito —este idiota no va a quedarse contigo.

— ¡No le he llamado por eso imbécil! —grita también —le he llamado por eso.

Señala a lo que se refiere y aunque no quiero confiar en él miro hacia ese lugar en concreto, quedándome congelado al verlo más claro.

Girándome hacia Mean, viendo como contiene las lágrimas en sus ojos, no dudo en abrazarle, así como también en hacerle sentir protegido y seguro en lo que supone el dolor que debe de sentir por ver como esta guardería, lo que siempre ha sido su sueño, está ardiendo a pasos agigantados mientras los bomberos tratan de apagar cada una de las llamas.

— ¿Quien haría tal monstruosidad? —es Perth quien lo pregunta —si tu no le haces daño a nadie.

— Perth por favor dejalo —abrazo con más fuerza a Mean —en lugar de hacer esas preguntas, deberías apoyar a tu amigo o largarte. Vámonos Mean, tu no deberías ver esto.

Mean no dice nada, tan solo se aferra a mi, apretándome entre sus brazos de forma que duele pero no me importa porque se que el dolor que él siente ahora mismo es mucho mayor, y para mi es más importante que Mean esté bien, lo cual es evidente que no es así.

— No quiero ir a casa.. tengo que arreglar eso —se que se refiere a la guardería —¿qué haré ahora con los niños?

— Puedes abrir la otra guardería.

— Plann —me mira a los ojos —no puedo simplemente porque no tengo dinero para ello. Todo cuanto tenia estaba aquí y mira. Y estoy seguro de saber quien ha sido. ¿Ves porque tu y yo no podemos estar juntos? Siempre habrá alguien que ataque en nuestra dirección, si no son tus padres serán los míos o esa mujer, la madre de ese niño que aunque no tenga pruebas seguras puedo imaginar y suponer que ha sido ella. Me quedo asique iros vosotros.

He visto demasiadas veces mal a Mean pero nunca como ahora, siendo que está destrozado, no simplemente mal, intentando mantenerse estable incluso mientras habla ahora con la policía.

— Deberíamos dejar la estúpida rivalidad que hay entre tu y yo y ayudarle —miro a Perth —ahora ha perdido esto pero no nos puede perder a nosotros. Si su sueño siempre ha sido tener una guardería y cuidar de todos esos pequeños que se sentirán también mal por esto, deberíamos aportar cuanto podamos.

— ¿Hablas de abrir la otra guardería?

— Plann si tu realmente le quieres, deberías dejar de pensar en justamente lo que tu quieres —señala presionando en mi pecho —se egoísta contigo no un idiota egocéntrico y haz las cosas bien por una vez. Mañana mismo te iré a buscar e iremos a abrir esa guardería, a dejarla en condiciones, por Mean. ¿Queda claro?

— Clarísimo.

Esa es mi respuesta, dispuesto ahora a acercarme a Mean, con quien no solo quiero estar en calidad de novio sino en todos los sentidos que pueda tener la palabra estar porque así es ahora y lo será siempre.

— ¿Qué te han dicho?

— Ha sido provocado —eso está claro —pero no tienen rastro aún de quien ha podido ser. Solo espero que den pronto con esa persona. Aunque ya no tiene solución. Me rindo. Sin posibilidades de arreglar este desastre pronto, no hay opciones para mi ni para esos niños. Tengo que llamar a cada familia.

Deteniéndole antes de que saque su móvil, sosteniendo sus manos entre las mías, mirando fijamente sus ojos, me atrevo aunque no sea el momento a besar sus labios, tan solo unos segundos, sonriéndole, intentando que comprenda que no está ni estará nunca solo aunque tenga que aceptar que un idiota como yo esté en su vida y a su lado.

SoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora