Capitulo Ocho

105 28 7
                                    

Plann

Me da igual si es o no una buena idea que ahora mismo Mean y yo estemos en el mismo lugar, uno frente al otro, dispuesto a zanjar de una vez por todas todo este asunto. Es evidente que ahora que la oportunidad es real tenemos que hablar, volver un poco a ese pasado no tan lejano que ninguno podemos olvidar y tenemos que aclarar para tener un presente y un futuro tranquilo.

Y ahora que le he encontrado no se va a ir sin que así sea.

Es más, ahora mismo nos encontramos en la pequeña cafetería restaurante del motel donde hoy será el último día que me quede desde luego, sentados uno frente al otro, envueltos en un silencio que ya me está incomodando demasiado.

— ¿No vas a decir nada?

— Yo no soy el que se fue abandonándote —sigue cruzado de brazos —¿sabes lo que me ha costado aceptar que no ibas a volver? No podía dormir siquiera por temor a despertar y verte marchar una y otra vez Plann. Se que yo no fui tampoco el que más acertado estuvo en más de una ocasión cuando estábamos juntos, pero si tu hubieses hecho lo que yo hice no te habría dejado de esa forma. Ahora no pretendas que vuelva contigo como si nada de eso hubiese pasado, porque no quiero.

Esto va a ser difícil.

— Se perfectamente que si te pido una oportunidad no vas a decirme que si así de pronto —no cambia como está sentado ni como me mira —por eso vamos ha hablar. Los dos hemos cometido errores aunque el que se marchase fuese yo. Quizá me precipité actuando así pero entiéndeme, Mean por favor. No podía más con esa situación. Estábamos bien, vino Kanda por decisión tuya y yo me sentí tan agobiado, tan desplazado que solo pude hacer eso. No quiero que nos echemos en cara todos los fallos que cada uno cometimos en aquel entonces.

— ¿Qué pretendes Plann?

¿Por qué siempre tiene que hacer las preguntas más difíciles de responder, más sin tomarte tu tiempo para pensar en una buena respuesta?

— ¿Aceptarías.. podríamos al menos intentar ser amigos?

Me siento tan estúpido con tan solo preguntarlo.

— ¿Amigos? —asiento a modo de respuesta —te vas, me dejas sin importarte mis sentimientos por tu abandono, vuelves más de un año después, ¿y quieres que seamos amigos?

— No es tan complicado Mean —intento mantener la calma —te estoy pidiendo que seamos amigos, no que me aceptes en calidad de tu novio como si nada de cuanto ocurrió hubiese pasado. ¿Tan difícil es para ti?

— Es difícil si. Más allá de cual de los dos cometió más errores en las decisiones que tomamos, Plann tu me dejaste, me pediste matrimonio y como si nada te fuiste. ¿Crees que mi corazón es moldeable al igual que mis sentimientos a tus caprichos de ahora amigos, mañana novios y pasado si te he visto no me acuerdo? No puedo aceptar como si nada ser tu amigo, estar en tu vida otra vez. ¿Tu aceptarías sin pensarlo siquiera si yo hubiese sido el que se marchó? Se sincero.

Negando, siendo esa mi respuesta porque de ser honestos no seria capaz de aceptarlo tal y como dice Mean, tampoco mantengo ya mi atención en él, incapaz de ello porque no le falta razón en ninguna de las palabras que ha utilizado para definir nuestra situación actual.

— Pero si pienso que al menos podríamos intentarlo —miro fijamente mis manos, intentando no derrumbarme —no forzando las cosas sino yendo con calma, como si nos conociésemos por primera vez, dejando el pasado atrás. Aunque lo hice mal siento que te echo de menos, que me haces demasiada falta en mi vida y si tengo que conformarme con tenerte unicamente como amigo lo aceptaré Mean. Como sea y cuando sea si al menos tengo la oportunidad de que me aceptes como tu amigo y no me eches de tu vida para siempre.

— Necesito tiempo para pensarlo Plann —duele pero asiento aceptándolo —ya te he dicho que no puedo aceptarlo de buenas a primeras como si nada hubiese pasado.

— Al menos se que te lo vas a pensar —vuelvo a mirarle —¿qué has hecho con la casa?

— Sigue como la recuerdas si es que lo haces —termina el contenido de su vaso —debería irme ya. Y supongo que tu también aunque no se donde vives ahora, se hará tarde.

Poniéndome en pie casi al mismo tiempo que Mean pienso, siendo cierto desde luego que tengo que volver a mi casa, a esa en la que vivo ahora mismo aunque quizá debería mudarme ahora que se donde está Mean y que hay una posibilidad de que nos podamos volver a ver en alguna ocasión, quedar, ser amigos y lo que pueda surgir con el tiempo si él me lo permitiese.

— ¿Puedo acompañarte hasta tu casa?

Viendo como Mean se para en seco, girándose hacia donde me encuentro cuando solo ha dado como dos o tres pasos, tengo claro que mi pregunta ha sido un completo error por mi parte, más porque apenas la he pensado antes de formularla, más por como me está mirando.

— Lo primero es que ahora mismo no voy a mi casa —eso también era una opción —y lo segundo es que no se ni como puedes pensar que voy a dejar que sepas donde vivo Plann. Si realmente quieres como bien has dicho que seamos amigos vas a tener que pensar antes de hablar. No soy como el Mean que era antes. He cambiado en muchos aspectos y no te lo voy a poner fácil. Adiós, Plann.

Estando donde me encuentro ahora mismo parado desde que me ha dicho que se iba, veo como se marcha, quedándome solo.

— Era evidente que no iba a aceptar a la primera —salgo también del lugar.

Saliendo a la calle, viéndole bastante lejos ya de aquí, pienso en a donde es que va, si realmente no es a su casa como bien me ha dicho. Podría seguirle y quizá averiguar donde vive, pero creo que tampoco seria una idea muy acertada porque si me atrapa o se entera si que estaré perdido, no teniendo más probabilidades de ser su amigo tan siquiera.

Volviendo al motel donde unicamente voy a recoger mis cosas, pienso en como debería hacer a partir de ahora hasta la próxima vez que nos volvamos a ver, sea cuando sea, para ganarme un poco más su confianza y así dar un paso para una amistad que podría llevarnos a más si así es como debe suceder.

SoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora