Dragón Ball Z Dynasty

Capítulo 41: El Planeta Cold

En algún lugar del espacio profundo ...

Las luces se encendieron en la cápsula de batalla de Goku y el Saiyajin de la Tierra se despertó con un ligero silbido. Goku estaba atontado mientras miraba por la ventana, observando un enorme planeta rojo directamente frente a él. Estirándose hacia adelante y haciendo clic en el botón para activar la radio, Goku gruñó. "Entonces, supongo que estamos aquí, ¿eh?"

Raditz respondió a Goku. "Sí ... Este es el núcleo de la Galaxia, Kakarotto. Y el planeta que ves es el Planeta Cold, el planeta natal de Freezer y su familia. Puede que hayamos tardado nueve meses ... pero estamos aquí para bien o para peor ..."

Goku ladeó la cabeza. "Realmente dormí nueve meses de mi vida, ¿eh? Yo ... no sé cómo me siento acerca de eso ..."

Bardock rápidamente intervino. "Supéralo. Tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos. Estamos hundidos hasta el cuello ahora, Kakarotto. Tenemos que mantener la concentración".

Las cuatro Cápsulas de batalla perforaron la atmósfera del Planeta Cold y se estrellaron contra un páramo. Estaban aquí ahora; era hora de actuar.

En el páramo del Planeta Cold ...

La puerta de la Cápsula de Batalla se abrió y Goku se puso de pie, dándose un buen estiramiento. Miró y vio a Raditz y Vegeta emerger también, ninguno de ellos parecía tan rígido como él. Goku los llamó. "¿Cómo es que ustedes dos viajaron así durante tanto tiempo? ¡Mi espalda está tan rígida!"

Raditz se encogió de hombros. "Te acostumbras después de un tiempo, supongo."

Vegeta se rió entre dientes. "Probablemente tampoco ayude que hayas tomado la cápsula de Guldo. Básicamente, pasaste nueve meses en un asiento destinado a tu mocoso".

Mientras los otros tres discutían sus arreglos de viaje, Bardock se acercó a un pico cercano y miró hacia la lejana capital. El Saiyajin mayor se volteó y ladró a sus tres compañeros. "¡Oigan! ¡No tenemos tiempo para charlas triviales!"

Goku, Vegeta y Raditz miraron a Bardock y Bardock negó con la cabeza. "Tenemos que movernos. Y hacerlo rápido. ¡Y tenemos que ser sigilosos mientras estamos en eso!"

Bardock convocó una pequeña explosión de energía y la disparó a su Cápsula de batalla, reduciéndola a nada más que una marca de quemadura en el suelo. "Destruyan sus cápsulas y vamos, tenemos que ponernos en movimiento y no podemos dejar que nadie de las Fuerzas de Cold nos vea".

Y luego, Bardock se dio la vuelta sin decir una palabra y salió corriendo por el páramo. Vegeta sonrió. "Me gusta esa actitud ~"

El Príncipe destruyó su cápsula y salió corriendo tras Bardock. Goku y Raditz, mientras tanto, se volvieron el uno hacia el otro y compartieron una mirada de preocupación. Y luego, también destruyeron sus Cápsulas y corrieron tras Vegeta y Bardock.

Los cuatro Saiyajin corrieron por un buen camino, agachándose detrás de la cubierta cada vez que un contingente de soldados de las Fuerzas Cold volaba por encima. Sin embargo, una vez que se acercaron a la ciudad y la costa estaba despejada, los cuatro subieron a la cima de una cornisa cercana y disfrutaron del esplendor total de la ciudad capital frente a ellos. Miles y miles de edificios estaban erguidos, parecían simples hormigas en comparación con el enorme palacio en el centro de todo. El castillo Cold era verdaderamente una montaña entre guijarros, un punto de referencia construido sobre cómo el poder y la influencia de Cold lo colocaban por encima de todos los demás.

Bardock gruñó en voz baja y luego envolvió su cola alrededor de su cintura. "¡Bueno, vamos! Nunca lograremos hacer esto si no lo hacemos".

Raditz y Vegeta hicieron lo mismo, poniéndolos apretados y haciendo que sus colas parecieran poco más que cinturones peludos. Goku saltó detrás de ellos, ansioso por la aventura que se avecinaba. Pero, el Saiyajin de la Tierra no disfrazó su cola como lo hicieron los demás.