Dragón Ball Z Dynasty

Capítulo 114: "Dorado"

Fuera de la torre Cash, isla Gyosan Mane ...

Ebrios de su nuevo poder, más allá del punto de la racionalidad, los soldados de la galaxia continuaron intentando forzar su camino hacia la torre Cash. Uno de ellos gritó y aulló mientras blandía una cimitarra con una joya roja brillante en ella. "¡SOY INVENCIBLE! ¡BASTARDOS-"

El puño de Androide 16 se estrelló contra la boca del soldado, rompiendo sus dientes como vidrio y enviándolo a estrellarse contra el suelo. 16 frunció el ceño, pateando al chico mientras trataba de levantarse. Varios más se precipitaron desde su flanco izquierdo y 16 sacudió la cabeza. "Que tontería."

Dos paneles en la espalda de 16 aparecieron y una batería de misiles se quemó debajo de su camisa de vestir bastante cara. Los misiles se estrellaron contra los soldados de la galaxia que se apresuraban y los vaporizaron hasta que dejaron de existir.

Mientras tanto, Mr. Satán luchó valientemente contra los enemigos que se acercaban con sus manos recién mejoradas. La tecnología de 16 le había dado al artista marcial un impulso en fuerza y ​​durabilidad, pero su técnica brillaba por encima de todo. Mr. Satán recibió un puñetazo, empujó a su enemigo hacia adelante y luego lo golpeó en la cara con un fuerte puñetazo. Mr. Satán retrocedió y presionó su espalda cansada contra el incondicional 16. "Oye, grandullón, estos tipos tienen que estar tomando algún tipo de droga o algo así, ¿no?"

Tres soldados galácticos más entraron corriendo, cortando y golpeando a Mr. Satán con sus armas. Con un golpe masivo de su mano mejorada, Mr. Satán rompió las espadas en pedazos. Y luego, con una respiración profunda, cargó hacia adelante y empujó a sus enemigos hacia atrás antes de caer sobre ellos una vez más. Un solo puñetazo cayó sobre uno de los soldados, un codazo y un golpe en la garganta cayeron al siguiente, y luego un salto seguido de un golpe de garrote derribó al último. Mr. Satán miró fijamente a las docenas de enemigos más frente a él y gimió. "Tienes que estar bromeando ..."

Un bruto pulido por el agua del Kaio se apresuró a entrar durante ese momento de debilidad y lanzó un enorme garrote de madera sobre la parte posterior de la cabeza de Mr. Satán. El guerrero cayó de rodillas, gritando de dolor y agarrándose la herida fresca en la parte posterior de su cráneo. El bruto se rió entre dientes. "Si estos dos están tan desesperados por proteger esa torre, entonces apuesto a que hay algo realmente valioso dentro ~ ¡Lo quiero ~!"

Mr. Satán estaba quieto. 16 se estremeció y miró a su compañero de lucha. "¡Señor Satán!"

El guerrero no se movió. En su distracción, 16 no vio a un enemigo que venía de su punto ciego. Volvió su atención a sus oponentes justo a tiempo para que una matona le clavara un cuchillo en la cara y le abriera la piel sintética. La matona se rió a carcajadas. "¿Te arrepientes de habernos bloqueado ahora, chico?"

Un escalofrío recorrió su espalda y dejó caer su cuchillo. 16 levantó la cabeza, revelando el glamour de su rostro sintético que había sido ligeramente arrancado. Un corte enorme le recorrió la mejilla, revelando un esqueleto de metal con un ojo rojo brillante mientras el biocombustible goteaba por el suelo. 16 gritó de nuevo. "¡Señor Satán! ¡No vacile! ¡Recuerde el tesoro que está tratando de proteger!"

Y luego, cuando 16 comenzó a caer sobre sus aterrorizados enemigos, los hombros de Mr. Satán se crisparon. El matón que empuñaba el garrote se rió entre dientes y comenzó a caminar hacia la entrada de la torre. "¡Tesoro! ¡Sabía que había un tesoro! Yo-"

Mr. Satán se disparó desde el suelo como un volcán y desató un golpe todopoderoso directamente en la mandíbula inferior del matón. Su cabeza se levantó de golpe y el sonido de huesos astillados y músculos desgarrados gritó desde debajo de su piel. Mientras el matón yacía allí, retorciéndose, Mr. Satán tomó su garrote. La joya roja incrustada en él envió un rayo al cuerpo de Mr. Satán, pero él simplemente apretó los dientes. "¡Todo lo que me queda en esta vida está en esa torre! ¡Ustedes, bastardos, ni siquiera sentirán el aire acondicionado en el vestíbulo!"