Pietro Maximoff: Secuestrador

𝙾𝚌𝚝𝚊𝚟𝚘 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘

Pietro

La casa está demasiado tranquila. Luna terminó pasando la noche entera con los padres de Clint, o como los nombra ahora, Abuelito y Abuelita. Edith me llamó anoche y me informó de sus planes de mantener a mi hijo con Cooper y Lila hasta reunirnos hoy para almorzar. Eso me dejo sentado en el sofá, recorriendo por los canales mientras Peter se prepara para trabajar.

— Tú y el bombón parecían bastante cómodos en el pasto anoche. ¿No pudieron llegar a la casa? — pregunta, agitando sus cejas. Quiero arrancarle la perforación del labio.

— Hablando de anoche, ¿Por qué carajo estabas esposado... otra vez?

Es la segunda vez en tres días.

— Olvidé que me habías llevado al trabajo, así que necesitaba un aventón a casa. Natasha y Steve se ofrecieron, pero, ¿Qué había de divertido en eso? Llamé a la policía y les dije que había un perpetuador en Construcciones Barton, — sonríe. — El Oficial Buenote estaba encabronado.

Sacudo mi cabeza. Pobre Logan. Mi hermano le va a dar una úlcera o algo.

— ¿Cómo te vas a ir a la oficina hoy?

— Mi moto — dice, arrojando un juego de llaves y atrapándolas de nuevo. — No he tenido sexo, así que necesito algo emocionante entre mis piernas.

— Vete a trabajar — contesto.

— Te quiero — canta mientras va camino a la puerta.

Estoy a punto de relajarme y tratar de tener un momento para mí mismo, pero alguna persona cruel tiene otras ideas.

— Pietro, he estado esperando platicar contigo toda la semana. Tienes mucho que contarme. ¿Por qué no me dijiste que eres un omega experimental? Lo habría entendido.

Karla, maldita, Mitchell.

— ¿Cómo entraste aquí y a qué carajo te refieres con experimental?

— Tu 'omega compañero' me dejó entrar — dice, usando esas molestas comillas en el aire.

Es oficial. Peter tiene que morir.

— Ignóralo. Ese es mi hermano. Está recién salido de la granja para locos.

— Claro — asiente y me guiña el ojo como si estuviera involucrado en algún secretito escandaloso — Tu hermano

La perra de verdad cree que salgo con otro omega.

— Así que, escucha, Spencer y yo queremos que vengas a cenar un día de estos. ¿Esta noche está bien para ti? — me guiña el ojo otra vez.

¡Diablos, no! ¿Qué clase de personas están viviendo en este vecindario?

— Lo siento. Tengo una cena con los Barton — entonces sonrío. — Pero veré si Peter puede llegar más tarde si tú quieres. Él es un poco alocado, pero en sí es buena compañía.

Mi hermanito va a aprender de la manera difícil a no meterse conmigo.

Karla acepta hablar con Spencer sobre ello mientras la acompaño a la puerta.

— De todas formas, nos encantaría que nos acompañaras algún día — dice Karla — Cuando quieras — susurra.

La lunática perra de hecho me acaricia las nalgas antes de irse.

¡Voy a matar a Peter! Pero primero voy darme una ducha. Esa mierda me ha hecho sentir sucio.

Tomo mi tiempo preparándome para el día. Incluso pongo un poco de empeño en arreglar mi cabello y que mi flequillo no luzca despeinado. Voy a reunirme con Edith en un lujoso café, así que hasta me pongo un bonito pantalón de vestir y una linda camisa. Espero que ella sepa en qué se está metiendo al llevar a Luna al café. Eso es simplemente pedir problemas.