Shining eyes | Chanlix

✧ dos ✧

Había pasado una mala noche, sus ojos estaban algo hinchados después de llorar dos horas seguidas. Apenas llegó a casa corrió a su habitación y allí se quedó, cayendo dormido poco después.

No le contó nada a su madre, ella hace muchos años había cambiado y no quería preocuparla con sus problemas en el amor. De por sí ella ya tenía los suyos. Su papá tampoco era el marido ni padre perfecto.

Bien, si fuera por el ya se hubiera ido a vivir solo con un perro, un animal le da menos dolores de cabeza que las peleas de sus padres.

Pero eso no le hace falta, tener a Minho como su mejor amigo es lo único que necesita para poder sonreír en sus peores días.

Felix se levantó de su cama sintiéndose cansado, caminó descalzo hasta el baño en su habitación y se miró al espejo. Tenía los cachetes ligeramente rosados igual que la nariz y alrededor de los ojos. Estaban algo hinchados asique decidió tomar una ducha fría para empezar bien el día.

Puso su celular en una de las repisas y colocó una lista con sus canciones favoritas mientras tanto. Felix no podía bañarse sin música, su shampoo necesita de sus conciertos matutinos.

—Ra ra ra-ah ah gaga ulala, want your bad romance...

—Que bonito cantas—Felix dió un salto al escuchar a alguien más en el baño, dios, casi le da un infarto.

—¿Qué haces aquí? Dios, ten más cuidado Minho o un día de estos me vas a matar—Felix respiró tranquilo y continuó enjabonandose.

—Tu mamá me dejó pasar, creí haberte dicho que vendría—Respondió Minho sentándose en la tapa del baño.—¿Porque no me contestabas los mensajes anoche?

—Me quedé dormido—Minho se conformó con esa respuesta y comenzó a cantar junto con Felix la canción, haciendo un muy bonito dúo.

Luego de cantar apasionadamente las canciones de Lady Gaga, Felix le pidió a Minho esperarlo afuera mientras se vestía.

—Vamos ¡ni que fuera la primera vez que te veo desnudo!—Gritó Minho desde afuera del baño.

—¿¡Cuando me has visto!?—Felix pateó la puerta en respuesta mientras se ponía su bóxer.—¡En ningún momento hemos estado desnudos!

—Claro que si, ¿recuerdas la vez que nos mojamos en la lluvia camino a la universidad? Nos cambiamos juntos en las duchas ese día. Y tengo que decir que si yo fuera una mujer definitivamente te hubiera tocado una nalga.

—¡Minho!

—¡Te gustaría y lo sabes!

—Otro día hablaremos de esto seriamente—Felix terminó de vestirse y salió del baño dándole a Minho un golpe en el camino por indecente. Riendo luego de que el tratara de saltarle encima.

En momentos como esos, se le olvidaba que tenía responsabilidades.

Felix vio la hora en su celular luego de una cesión de cosquillas mortales por parte de ambos, dándose cuenta de que llegaban tarde a su clase.

—¡Entramos en media hora!—Minho cayó de la cama dando vueltas en el piso luego de que Felix lo empujara fuera para tomar su bolso.

Rápidamente se levantó, tomando su bolso también y saliendo de aquella casa como un rayo. Cuando ya estuvieron en la parada de autobuses respiraron tranquilos luego de haber corrido dos cuadras.

—Y bien... ¿Qué pasó con el chico que me contaste?—Preguntó Minho aún con la respiración cansada.

—Pues, fui al lugar que me dijo. Llegó tarde—Minho negó con la cabeza y haciendo una mueca con sus labios mientras esperaba el resto.

—Ordenamos unas bebidas, la verdad no hablamos mucho. Luego dijo que tenía que ir al baño, pero después de veinte minutos sabía que se había ido.

—¿Enserio? Que hijo de puta, pensé que ya nadie usaba esa excusa.

—Pero hay más, yo me fui de ahí y en el camino me escribió diciendo que tenía "asuntos familiares" y por eso se fué. Pasé a comprar un jugo de fresa y como por arte de magia lo escuché hablar en el club de al lado—Minho abrió la boca sorprendido y Felix no hizo más que rodar los ojos con fastidio ante el recuerdo.

En ese momento su autobús llegó, ambos subieron y tomaron asientos juntos.

—Entonces... ¿Qué hiciste?—Preguntó Minho cuidadosamente mientras ponía una mano en su hombro, Felix que estaba mirando por la ventana se giró hacia el y sonrió.

—En resumen, le dije inseguro y luego lo bañé con jugo de fresa frente a una fiesta—Minho se tapó la boca con sorpresa y con la otra mano empezó a golpearle la pierna.

—¡Eres mi ídolo! ¿Enserio le hiciste eso?—Minho lo tomó por los hombros mientras saltaba de alegría en su asiento. Felix comenzó a saltar junto con él.

—¡Tampoco puedo creer que lo hice! Debiste haber visto su cara, estaba arruinado—Felix ahora estaba riendo ante el recuerdo del idiota de Jaemin.

—¡Ese es mi muchacho! Estoy muy orgulloso de ti—Minho lo tomó por los cachetes y los apretó tal como una abuela.

—Basta, estamos en un autobús-Dijo Felix en risas mientras sostenía a Minho por las muñecas. Una señora que estaba al otro lado de ellos los miró con desaprobación.

—Estos gays...

Minho que escuchó su comentario, volteó a verla con cara de odio y cambiaron su tema de conversación hasta llegar a la universidad.

Luego de disculparse con el profesor y sonreír tímidamente se sentaron en el mismo lugar de siempre, hasta atrás. Mientras sacaban sus cuadernos para anotar lo que había en la pizarra una chica se les acercó lentamente.

—Disculpa, ¿este eres tú?—Felix alzó su vista viendo como la chica le mostraba un video en su celular. Era él el día de ayer insultando abiertamente a Jaemin fuera del club. ¿Cuando lo habían grabado?

—¿De donde conseguiste eso?—Minho al escuchar su tono de voz alzó la vista viendo con confusión a la chica. Esta alzó los hombros.

—Me lo pasó una amiga. Quería decirte que eres muy valiente al hacer eso, Jaemin se lo merece.

—Espera, ¿lo conoces?—Felix estaba realmente intrigado ahora. Minho que no sabía de qué hablaban estaba perdido.

—¿De qué hablan? No entiendo nada—Minho soltó su lápiz al ver que la chica le cedía su celular para que viera el video.

—Si, Jaemin es de la universidad que está cerca del metro, tengo varias amigas allí y todas me cuentan que el es muy casanova, casi un mujeriego. Sería justicia que alguien le hiciera frente, y tu lo has hecho.

Felix le sonrió a la chica sintiendose como un héroe.

—Pues muchas gra-

—¡Pasame este video!-Interrumpió Minho de repente desbordando felicidad.—¡Lix estuviste increíble, no puedo creerlo!—Minho empezó a sacudirlo de adelante hacia atrás—¡Eres como un héroe!

—Me estoy mareando—Felix se soltó de él entre risas, agradeciéndole a la chica por su cumplido y continuando con sus apuntes mientras Minho le dictaba su número a la chica.

Luego de haber visto el video y que esa chica lo alabara por su valentía se dió cuenta de que en cierto punto, se había hecho un poco más fuerte.

A partir de ese momento en el que cayó en la realidad de su valor se hizo una promesa. No dejaría que nadie lo lastime otra vez.

Un nuevo Felix más seguro de sí mismo crecería y tendría una meta decidida.

No caer en las trampas del amor.